Fincas de Valencia blindadas contra el chabolismo

Diez años de trámites costó a los vecinos del número 145 de la calle Guillem de Castro colocar una verja en el acceso a sus patios porticados. De esta manera, hace apenas un mes, lograron erradicar un campamento casi permanente de indigentes en el acceso de sus casas. La solución no es única en el centro de Valencia, donde los residentes y la oposición municipal han denunciado el incremento de este chabolismo que aprovecha incluso el acceso de edificios públicos, como se ha visto estos días en la puerta de la antigua Agencia Tributaria o Correos, entre otros lugares. El recorte de agentes de la Policía Local en la Unidad X-4 agrava todavía más la situación.

Vecinos del primer emplazamiento señalaron que la situación llegó a convertirse en insostenible. «No era sólo dormir, sino que aquí hacían todo y con eso quiero decir todo», insisten. El bloque de viviendas recae en la parte interior a la plaza María Beneyto, recientemene remodelada por el Ayuntamiento de la ciudad.

La plaza sigue siendo de acceso público desde la calle Padre Manjón, aunque todo el espacio porticado cuenta ahora con una verja que impide los asentamientos. La remodelación de la zona verde costó 90.000 euros, comentan las mismas fuentes, de los que una parte de la inversión se la llevó un mural. El motivo del retraso fue la oposición del Consistorio, hasta que se descubrió en el Registro que el espacio era de la Conselleria de Sanidad, dado que en parte de los edificios hay un centro de salud. «Tampoco querían, hasta que una vez se murió un indigente mientras dormía. Entonces se dieron cuenta de que era lo mejor», señalaron.

Algo parecido ocurrió en otro emplazamiento, en las fincas que recaen a las calles En Bany y Asilo de la Infancia. «En nuestro caso sucedió también que la empresa que está en la planta baja no quería», apuntan vecinos de esa parte de Velluters. «Hasta tres muertes se produjeron antes de colocar la verja», recordaron. La proliferación de campamentos en calles del centro se ha vuelto crónica. Los casos citados en la plaza del Ayuntamiento y la calle Guillem de Castro no son los únicos. Otras fuentes apuntaron a que en la misma puerta del Teatro Rialto es frecuente encontrarse personas durmiendo a la intemperie, protegidos del frío sólo con cartones y mantas.

El gobierno municipal ha activado ya la Operación Frío con la apertura entre otros recursos de un albergue en la calle Santa Cruz de Tenerife, entre otros motivos por las lluvias constantes que complican más la subsistencia a los mendigos. Pero eso no elimina el problema del centro, con casos como el de los jardines del Hospital o el entorno de la plaza Ciudad de Brujas.