Lo que se puede hacer en los autobuses de la EMT y lo que no

Así aparece en el artículo 16.4, dentro de otras prohibiciones. «Queda prohibido tanto en el interior del autobús como en las paradas fumar, consumir bebidas alcohólicas o drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas», se indica.

También se habla de la prohibición de otros actos «contrarios a la buena convivencia, tales como escupir, pintar, pegar adhesivos, deteriorar los equipamientos de los vehículos y paradas, arrojar al suelo o al exterior objetos, comida, restos o papeles así como la reproducción de sonidos o música por usuarios que no vayan con auriculares».

El reglamento incluye por primera vez un capítulo de sanciones, según se precisa en el preámbulo. Así, la normativa remite a la Ley de Movilidad de la Generalitat 6/2011, que en su título IV habla de los diferentes tipos de infracciones. Las leves son las que pueden gestionar los Ayuntamientos e ir desde los cero hasta los 400 euros.

Fuentes de la EMT señalaron que todavía debe aprobarse un procedimiento para concretar las sanciones, aunque dieron por seguro que la Policía Local podrá interponer multas a los usuarios que fumen en las paradas. Igual ocurrirá con los inspectores de la compañía, pero después se encargará el servicio de Procedimiento Sancionador.

La prohibición de fumar en los autobuses está establecida desde hace años como ocurre con cualquier medio de transporte público. Ahora, lo que debe determinar la compañía es qué se entiende por parada, es decir, si el veto a encender un cigarrillo se aplicará a las que cuenten con marquesina o incluso a las que sólo tengan un poste.

El documento pasará por la comisión de Urbanismo del lunes, después de que su tramitación quedara interrumpida por el final del pasado mandato. En 2018 se dio a conocer al borrador y ya ha pasado la etapa de alegaciones. Se han estimado diez propuestas de manera parcial o completa, sobre todo de colectivos como COCEMFE y CC.OO.

Otra de las novedades destacadas es la posibilidad de los usuarios de subir o bajar del autobús fuera de la parada. Se trata de una medida encaminada a mejorar la seguridad de las mujeres que padecen acoso o son víctimas de malos tratos, aunque el reglamento no lo explicita.

Entre las obligaciones del conductor se habla de «no abrir la puerta del autobús al pasaje fuera de las paradas, aunque soliciten el acceso o descenso del vehículo, excepto en los casos en que haya sido autorizado a abrirla fuera de la parada establecida por razones de seguridad. En los casos en los que esta circunstancia sea oficializada por la EMT para poder realizarse en una línea o grupo de líneas de manera continuada, será comunicada a las personas que conducen el autobús y a los usuarios», en referencia a las mujeres.

Las mismas fuentes comentaron que debe aprobarse un procedimiento, igual que ocurre con las sanciones por la prohibición de fumar. «El reglamento es el marco», subrayaron sobre una medida que deberá contar con la colaboración de la Policía Nacional, en el sentido de algún tipo de registro.

La idea es que se empiece con un proyecto piloto en las líneas nocturnas que son donde hay más demanda de esto y se actúe de manera más inmediata. «Como está ampliamente demostrado, las mujeres somos las principales usuarias del transporte público y por tanto las primeras beneficiarias de cualquier mejora que se realice», apuntó la concejala de Igualdad, Lucía Beamud, al respecto de una medida cuya importancia subraya por «demostrar la sensibilidad de la administración al atender una necesidad que percibimos especialmente las mujeres».

Otra de las novedades es la posibilidad de subir al autobús con mascotas, siempre que vayan en transportín y pesen menos de 15 kilos. Requerirá un título de viaje EMT Mascota y una serie de requisitos, como las dimensiones de la jaula. En todo caso, el personal de la empresa podrá pedir al propietario que baje por seguridad del pasaje o cualquier circunstancia.