Así hemos contado el pleno del Ayuntamiento de Valencia

Le pregunta Sanjuan a Carbonell si va a dimitir si no consigue llegar a un acuerdo sobre la ZBE y él se levanta, camina hasta el atril y suelta un sonoro «no». Hay que reconocer que tiene sus puntazos.

Correcto, no ha habido sorpresas. Pasamos a interpelaciones y ruegos y preguntas. La primera es de Maite Ibáñez, que habla de un circo con animales que se anuncia para esta Navidad en Valencia.

Ya les habíamos dicho que estaba siendo una mañana... «rara» en el Hemiciclo, con la alcaldesa más tiempo ausente de la presidencia que lo que es habitual.

Bueno, eso parece. También parecía que se iba a aprobar la ZBE y miren, aquí estamos.

Pasamos ahora a mociones de urgencia, ambas sobre la manifestación del sábado. No se aprobará la urgencia de ninguna de las dos y no se debatirán.

El PP pierde las dos votaciones. La puñalada de Vox es de las que hacen época. Aplausos desde los palcos. «No estamos en un partido de fútbol», dice Catalá.

Receso de dos minutos a ver si llegan a un acuerdo, pero dado que nadie se levanta de sus asientos, no parece que nadie esté muy por la labor.

«Propongo un cambio: sería aceptar la propuesta acerca del perímetro de la ordenanza. Si lo consideran a bien, modificaríamos el ámbito y lo extenderíamos a la ciudad de Valencia en suelo urbano y urbanizable». Ahí queda el guante lanzado.

«Apelo a la responsabilidad», dice Carbonell, interrumpido de nuevo por Borja Sanjuan. «¿Oye, tengo eco?», se pregunta Carbonell, visiblemente irritado.

De nuevo, Carbonell: «Le ha perdido un poco el subconsciente, señora Pérez: 'siéntese a negociar y acepte nuestras exigencias'. Menuda negociación».

«Se vuelve a demostrar que ustedes son más peligrosos por inútiles que por corruptos, como decía Mónica Oltra», recuerda Grezzi.

Grezzi habla de «loquitos fascistas» en una clara referencia al grupo municipal Vox y la alcaldesa le pide que lo retire. Él se niega y ella no insiste.

«No podemos votar en contra de nuestros principios. Hemos votado unas veces a favor, pero los votos de creación de esa Zona de Bajas Emisiones siempre fue en contra. Eso nos dirige hacia el voto que hoy vamos a emitir», espeta Gosálbez.

«¿Cuánto vale la libertad de los millones de personas que nos visitan? ¿Qué precio tiene?», se pregunta Gosálbez.

Sale Gosálbez otra vez, que vuelve a mencionar al galgo de Paiporta. Tres veces. «Él es el único culpable de que haya Zona de Bajas Emisiones», insiste.

La verdad es que parece que están lejos.

«Ustedes, señora Pérez, pretenden que el 1 de enero de 2027 los vehículos de etiqueta A y B del área metropolitana estuvieran prohibidos, y Compromís me pide que ese día ni lo de dentro ni los de fuera. No es razonable», dice.

«Entendemos que una ordenanza que afecte al 53% de los coches de la ciudad no es una ordenanza ponderada», dice Carbonell.

«Coincidimos con ustedes en algunas cosas: preferimos otras herramientas de calidad del aire. Incluso el Partido Socialista en su momento prefería otras medidas. En 2022, cuando se quiso aprobar el PMoME, la entonces consellera del ramo, Rebeca Torró, dijo que había que archivarlo porque una de las medidas era cobrar peaje a algunos vehículos que entraran en la ciudad», desvela Carbonell.

Turno para Jesús Carbonell, que se dirige a su socio Gosálbez: «Ustedes han votado hasta cinco veces a favor, por lo que entendíamos que si el martes pasado votaron a favor, hoy la votación sería en el mismo sentido».

«Cuando alimentas a la extrema derecha, la extrema derecha te come. La culpa es suya», espeta Grezzi.

Sale ahora Grezzi con su cartel de Catalá con Mazón, que aprovechará para hacer leña de la ZBE caída.

«Sus socios prefieren que esta ciudad pierda más de 100 millones de euros, pero es que usted, señor Carbonell, contribuye a lo mismo. Hace un rato nos han pedido un acuerdo para sacar adelante la ZBE, pero nosotros queremos que tenga un impacto de verdad. Tenía una oportunidad de tener una ZBE con un impacto positivo en los valencianos y, además, de conseguir que este ayuntamiento no perdiera 115 millones de euros, pero se ha quedado solo», defiende Pérez.

Ojo porque si el PP pierde la votación puede decaer la Zona de Bajas Emisiones, algo a lo que obliga Bruselas.

Habla ahora María Pérez. Aviso a navegantes: «Estaban convencidos de que iban a tener los votos de Vox, pero no lo han conseguido».

Vox anuncia que votará en contra de la Zona de Bajas Emisiones, por lo que el PP necesita el voto de la oposición.

«El aire limpio es importante, muy importante, pero también la libertad», dice Gosálbez.

Volvemos a la gala... digo, al pleno. Se aprueba la urgencia sobre sendas mociones relacionadas con la Zona de Bajas Emisiones.

Receso de 45 minutos. Volvemos a las 15.30 horas.

Muy dura Papi Robles con la alcaldesa. «Su cuerpo debería haber estado entre el que tanto nos ha engañado y las 17 personas que fallecieron en La Torre», le espeta.

Responde Caballero tras la interpelación directa de Robles.

«Pedro Sánchez ha tardado un año en venir, y no tiene vergüenza ni la conoce, pero usted tampoco. No ha organizado ningún acto porque la gestión fue más que negligente, de hecho fue mortal, mucho más en el caso de Mazón», dice Robles, que le recuerda declaraciones de la primera edil tras la dana.

Papi Robles le pregunta a la alcaldesa Catalá «dónde estaba el sábado».

Pregunta cuándo va a apoyar el gobierno municipal los Gay Games, y Caballero le contesta que lo hacía cuando era líder de la oposición y lo hace ahora. «Valencia brilla más cuando ustedes están en el pasado», espeta Caballero al PSPV.

Interviene Borja Santamaria para hablar de los Gay Games.

Vuelve la alcaldesa para las interpelaciones.

Algunas cosas extrañas en el pleno de hoy: Carlos Mundina, concejal de Ciclo Integral del Agua, da la réplica a la oposición en el debate sobre el corredor verde; y la alcaldesa, muy ausente durante las mociones. Sólo entra para votar. No es común que pase tanto tiempo fuera del pleno.

Han intervenido los vecinos de San Marcelino y Compromís y PSPV se sirven de sus opiniones para cargar contra el PP, al que acusan de ubicar en San Marcelino «instalaciones que no caben en otros sitios».

Habla Javi Mateo: «Hemos de decidir qué ciudad queremos para los barrios del sur. No es una propuesta sólo nuestra ni de ideología. No queremos imponer un sesgo ideológico. Sólo queremos diseñar el futuro de los barrios del sur».

Última moción del pleno, en este caso sobre el corredor verde.

He de reconocer que no sé muy bien por dónde va el debate. Se supone que hace referencia a la decisión del gobierno de la Generalitat de diferenciar entre nacionales y extranjeros en las estadísticas públicas, pero las referencias a Koldo y Santos Cerdán son constantes. Ah, Vox ha dicho dos veces «galgo de Paiporta».

Papi Robles, al PP: «Cada vez que señaláis a gente que viene de fuera, estáis señalando a vuestros hijos si se van a trabajar fuera».

El concejal de Vox mete en una coctelera las agresiones sexuales, la venta de España, los impuestos y demás ingredientes para cargar con dureza contra el PSOE.

Turno ahora para José Gosálvez, minutos después de que se conozca que Vox no acudirá al funeral de Estado de este miércoles.

«Llegará un momento en el que serán los dos tan indistinguibles que a ustedes nadie les escuchará», dice Sanjuan al PP.

Moción ahora sobre retrocesos xenófobos en las políticas de PP y Vox. Habla Borja Sanjuan.

Se aprueba la moción alternativa del equipo de Gobierno.

Giner exhibe noticias que demuestran que en Cataluña las limitaciones al alquiler disparan los apartamentos turísticos y añade: «Se las dejaré aquí, así como el señor Mateo se ha dejado una notificación». El concejal socialista mira a su alrededor despistado.

Giner y Mateo son los tíos más divertidos en el atril. Ambos tiran de retranca y hay hasta carcajadas en el pleno.