Cultura pide ahora un estudio patrimonial antes de nuevos derribos en Agrónomos

La conselleria de Cultura ha decidido blindarse ante posibles críticas o incluso denuncias penales de cara a futuros derribos en la antigua escuela de Agrónomos. La dirección general de Patrimonio emitió un informe, al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, la semana pasada en el que exigía «un informe patrimonial sobre los valores culturales y arquitectónicos» sobre el edificio de una planta que rodea el de cinco que es Bien de Relevancia Local (BRL). Sanidad había pedido licencia para derribarlo. La titular de la dirección general, Carmen Amoraga, fue duramente criticada por distintas entidades como el Colegio de Arquitectos o la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos por autorizar la demolición de unos talleres situados en la parte trasera de la escuela sin saber a ciencia cierta si se encontraban protegidos o no.

Esas denuncias, parece, han surtido efecto. La conselleria de Sanidad ha pedido licencia para continuar con los derribos, en este caso, en un edificio de una planta que rodea el de cinco alturas que es BRL. Cultura calca los argumentos del segundo informe emitido este mes, el día 7: dice que no se sabe si el edificio está protegido o no, así que da la licencia. Plantea las mismas salvedades que entonces, que son la necesidad de un levantamiento planimétrico y fotogramétrico exhaustivo y que el nuevo inmueble mantenga tipología de fachada y estructural y de patios. Añade, eso sí, un punto llamativo: «Se deberá realizar un estudio técnico patrimonial de los valores culturales arquitectónicos que presenta el inmueble».

Este informe, emitido el día 17, fue matizado por la empresa promotora, bajo la tutela de la conselleria de Sanidad, en otro documento del día 21 en el que se asegura que no van a derribar ni la marquesina del edificio de cinco alturas, ni su planta inferior ni la fachada. Entendía así Sanidad, tal como explican fuentes conocedoras de la situación a este diario, que al no intervenir en el inmueble protegido ese informe no sería necesario. Sin embargo, las críticas de varias entidades hacia la decisión de la conselleria y, por añadidura, del Consistorio al otorgar la licencia sin saber si los talleres estaban protegidos ha surtido efecto y la resolución de Urbanismo que autoriza los nuevos derribos lo hace con la salvedad de que no se toque el edificio protegido y de que se elabore el informe que pide el departamento de Vicent Marzà.

Son llamativos, además, los plazos. Los derribos en la parte trasera de Agrónomos se llevaron a cabo entre el 11 y el 13 de este mes tras el inicio del expediente en junio de este año. El lunes 14, tras la publicación de este diario, comienzan a sucederse las reacciones, entre ellas del Colegio de Arquitectos. Sin embargo, ese día pide licencia Sanidad para continuar con las demoliciones. El día 17 añade un «anexo aclaratorio», y el día 21, el pasado lunes, otro, en el que indica que no va a tocar el edificio protegido. En algún punto entre el 14 y el 21 de este mes, Patrimonio emite un nuevo informe, más garantista que los redactados a comienzos de mes. El mismo día 21, el Ayuntamiento concede la licencia y pese a las explicaciones de la promotora y de Sanidad hace suyos los argumentos de Cultura y dice que la licencia no incluye ninguna actuación en el edificio de cinco alturas y que el informe patrimonial es imprescindible.

La concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, firma la licencia el día 22, cinco días después de que llegara la petición al Consistorio. Cabe recordar que el atasco en el Ayuntamiento en este aspecto llega a casi los 5.000 expedientes, por lo que varios arquitectos consultados ayer por LAS PROVINCIAS se mostraron sorprendidos por la rapidez con la que se ha otorgado esta licencia que promueve la conselleria de Sanidad.