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TAMARA VILLENA
Valencia
Miércoles, 28 de marzo 2018
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Es muy habitual salir con bastante tiempo para coger un avión. Porque claro, ya se sabe, las colas. Colas para embarcar y colas para pasar los controles de seguridad, obligatorios para poder acceder al vuelo. Los que tomen con frecuencia este medio de transporte estarán acostumbrados al procedimiento, pero al subir a un avión por primera vez todo este proceso de examen puede sorprender un poco. Además de esta revisión de equipaje, «los pasajeros pueden ser sometidos a inspecciones adicionales con equipos detectores de trazas de explosivos, equipos de detección de explosivos líquidos o inspecciones manuales», según explica el operador aeroportuario Aena en su portal. En épocas de mayor afluencia turística se incrementan este tipo de exámenes, regulados por la Guardia Civil y la Policía Nacional, por el aumento del tráfico de clientes. Estos son los tipos de controles que te pueden hacer si pasas por el aeropuerto de Valencia esta Semana Santa (o cualquier otra) y lo que debes tener en cuenta:
El control regular de seguridad se centra en la revisión del equipaje, un trance por el que todos los pasajeros que vayan a la zona de embarque han de pasar ineludiblemente. Con este examen se pretende evitar que se introduzcan artículos prohibidos a bordo de las aeronaves, para lo que el viajero tiene que pasar por un arco detector de metales tras haber mostrado su tarjeta de embarque. El equipaje de mano y el resto de objetos que se lleven encima (chaquetas, móvil, bufanda...) se dejan sobre una bandeja de plástico que circula, junto a la maleta, por una máquina de rayos-x a través de una cinta.
Llegar al control de seguridad con artículos prohibidos supone tener que dejar allí los mismos. Si no hay nadie conocido a quien entregarle los objetos y estos tampoco son facturables, se deberán dejar en los contenedores allí ubicados. Todo lo que en ellos se deposita se considera residuo y no hay opción de que sean devueltos al pasajero.
Hasta los que más acostumbrados están a viajar les extraña -cuanto menos- este tipo de control. La primera vez que lo pasas, o que lo ves, es inevitable pensar ‘¿para qué sirve ese papel que te pasan por las manos? Un procedimiento curioso pensado para detectar armas y objetos o sustancias explosivas. Se trata de una tira de reactivos, que detectan este tipo de compuestos al introducir la prueba en una máquina y comunica el resultado prácticamente en el momento. La tira en cuestión se pasa por las manos, por lo que si has tocado algo con pólvora puede salir positivo. No hace falta que hayas disparado una pistola o armado una bomba para eso: tocar o lanzar petardos también podrían decantar favorablemente el resultado de la prueba por su alta composición en este explosivo material.
Son controles completamente aleatorios que se hacen cada cierto número de pasajeros y se realizan por un vigilante jurado que siempre debe estar supervisado por un guardia civil. Los encargados de realizarlo también pueden guiarse por su ‘intuición’ o sospechas a la hora de solicitar la prueba a algún viajero. Forman parte de una directiva regulada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que se ha adoptado en el territorio europeo. Un procedimiento que también puede realizarse sobre la ropa, aunque el reactivo para este tipo de pruebas es más costoso y requiere una mayor inversión, por lo que suelen hacerse con menor frecuencia y en aeropuertos más concurridos, como el de Barajas (Madrid) o El Prat (Barcelona).
Es habitual confundir este control con el de detección de drogas o sustancias ilegales, pero este tipo de revisiones suelen realizarse con perros adiestrados para ello y, principalmente, a la salida de vuelos intercontinentales, sobre todo en aquellos que viajan a África del Norte, donde el contrabando es más rentable. Además, cuando se viaja a países como Israel o EE.UU son las propias aerolíneas quienes se encargan de realizar un control específico de documentos y explosivos, pero este tipo de revisiones tampoco suelen realizarse a menudo en el aeropuerto de Valencia por la reducida oferta de vuelos directos a estos destinos.
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