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P. MORENO
VALENCIA.
Viernes, 4 de agosto 2017, 01:10
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Todavía no hay plazos, pero la decisión está tomada. El Consorcio Valencia 2007 cobrará por aparcar en las calles y viales interiores de la Marina. La primera fase del cerramiento de las plazas de estacionamiento se hará entre el edificio del Reloj y la antigua base del Alinghi, para afectar paulatinamente a las 800 que hay en todo el perímetro de la dársena interior.
La iniciativa forma parte de un «replanteamiento de los viales» y de una «mejora del espacio público», según explicó ayer el director estratégico de la entidad, Ramón Marrades, quien acompañó a la alcaldesa accidental, Sandra Gómez, en una visita a la antigua estación marítima.
Justificó la decisión por un estudio realizado donde se indica que el 80% de los conductores que estacionan en esta zona son trabajadores de los alrededores, por lo que en realidad no van a hacer ninguna gestión a la Marina, ni tampoco a los locales de hostelería. Ahora el estacionamiento es libre y no hay zona ORA al tratarse de unas calles que quedan fuera de la competencia municipal en este sentido.
«Funcionaría como recinto cerrado. Todo lo que queda dentro será espacio público de calidad, en un planteamiento sin plazos y que tendrá la primera fase entre el edificio del Reloj y Alinghi», en referencia esto último al gran edificio de color blanco sede de un equipo de la Copa América de vela y situado en las proximidades del Veles e Vents.
A falta de datos más concretos, estimó que «no iríamos a una reducción drástica», en el número de plazas actuales, para insistir en que ahora es un «espacio caótico». El Consorcio tiene pendiente un nuevo diseño de la Marina, que de momento se encuentra en un análisis a nivel de ingeniería, contabilizar los coches, de dónde vienen y capacidad de los viales. «El paisajismo será más potente», comentó a preguntas de las nuevas zonas peatonales y zonas verdes en la dársena. Marrades reiteró que se trata de «un espacio es de mucha calidad para que se use como aparcamiento».
La Marina dispone de un aparcamiento junto al Veles e Vents, gestionado por el Consorcio, que fue gratuito después de la Copa América de 2007 hasta 2014. En las inmediaciones de la dársena se encuentra otro en la calle J. J. Dómine, donde curiosamente salieron restos de muelles del antiguo puerto de Valencia durante las obras, además de un tercero en la parte norte, en el paseo de Neptuno.
Los vehículos aparcan junto a edificio protegidos, como es el caso de los tinglados, además de todos los huecos donde hay espacio suficiente. En cuanto a la reordenación del entorno de la dársena, supondrá la eliminación de todo rastro del circuito de Fórmula 1.
Esto es lo que debe salir a concurso, en unas obras demandadas por los hosteleros de la zona en lo que se refiere sobre todo a la señalización, especialmente en la Marina sur. Las rotondas situadas junto a la lonja de pescadores, la sede de la Autoridad Portuaria y los tinglados son tan complicadas que es habitual un despiste a la hora de llegar a los restaurantes de esa parte de la dársena. De momento tampoco hay plazos para esa intervención ni presupuesto conocido.
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