Ver fotos
La cara oculta de Valencia
Vertederos, robos, ruido y ocupaciones ilegales llenan La Punta y Font d'En Corts | La Federación de Vecinos organiza una visita para mostrar las deficiencias de la parte sur de la ciudad y reclamar mejoras al Ayuntamiento
PACO MORENO
Viernes, 21 de junio 2019, 01:03
Vertederos, campos abandonados, robos, alumbrado deficiente, falta de patrullas policiales, estruendo del tráfico... Con esto y mucho más deben convivir a diario los vecinos de Font d'En Corts yLa Punta, como pusieron ayer de manifiesto en una visita organizada por la Federación de Vecinos.
La Semana Ciudadana busca cada año destacar alguna zona de Valencia con necesidades urgentes. En 2018 fue el Cabanyal y en esta ocasión, la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, comentó que han querido hacer visible la parte sur de la ciudad, maltratada por varias infraestructuras y las deficiencias de la huerta.
A lo largo de un paseo por la calle Jesús Morante y Borrás, los caminos que bordean el corredor mediterráneo, la carretera d'En Corts o las proximidades de la pista de Silla, la comitiva conoció de primera mano la ciudad olvidada, con terrenos abandonados sin cultivo, calzadas sin aceras y escaso alumbrado, así como montones interminables de escombro, un problema crónico en la periferia de la ciudad.
«El agravio comparativo que sufrimos con otros barrios es tremendo», aseguran en La Punta
Para Vicent Romeu, presidente de la asociación de vecinos de La Punta, el problema es «el abandono total y el agravio comparativo que sufrimos con otros barrios y pedanías de Valencia. Todos los políticos han dicho que mejoraríamos, pero al final nada de nada. Seguimos igual que hace 30 años».
En su opinión, las «calles y las aceras son arcaicas, las farolas son de autovía, las rotondas están hechas polvo por el tráfico de vehículos pesados y los caminos rurales son inexistentes». Esta pedanía fue noticia el pasado abril por la celebración de un macrofestival en una gran explanada, sancionado por el Ayuntamiento y que sirvió a los vecinos para poner el foco sobre los problemas que tiene la zona.
«Sufrimos robos, tenemos tres códigos postales diferentes y dos unidades de policía. Somos la tercera pedanía más grande de Valencia, pero somos la ninguneada», señaló. El dirigente vecinal reclamó una «actuación integral del Ayuntamiento, que vengan técnicos de varios servicios y que se pongan a hablar con nosotros para decidir, no para hacer ningún proceso de participación. Para participaciones tenemos las de la lotería», ironizó.
Paco Panblanco, tesorero de la asociación de vecinos de Font d'En Corts, destacó por su parte los asentamientos ilegales, así como los «vertederos ilegales al lado de la V-30 y el ferrocarril». Subrayó el perjuicio que causan las casas ocupadas ilegalmente, aunque destacó que el «principal problema es la circulación, falta de voluntad de solucionarlo porque empezaron a mejorarlo pero no lo han terminado. Queremos apaciguar el tráfico para que la gente cruce tranquila, dado que ahora mismo el ruido es tremendo hasta por las noches y no se puede descansar ni dormir».
Destacó que muchos campos de cultivo estén abandonados. «Esto es una especie de bosque lleno de maleza», dijo antes de seguir el recorrido en dirección a la parte sur, hacia la V-30, donde siguen los vertederos. Broseta señaló por último que «todo el mundo se cree que sólo existen unos barrios, pero en realidad estos también forman parte de Valencia.