Los barrios más castigados por Ribó

Este año es atípico por la pandemia del Covid-19 y ha convertido las inversiones municipales pendientes en papel mojado. El pasado día 7, a poco menos de cuatro meses para acabar el año, las obras directas en los barrios ascendían a 21,15 millones de euros y en media docena de zonas de Valencia no se habían superado los 10.000 euros.

Así queda reflejado en el listado de inversiones por distritos y barrios ejecutadas que de manera periódica solicitan a la concejalía de Hacienda los grupos de la oposición, con el fin de tomar la temperatura a las delegaciones y conocer al detalle la ejecución del presupuesto municipal.

Las inversiones son escasas en toda la ciudad, aunque destacan seis barrios donde las directas no superan ni los 10.000 euros. Se trata de Sant Pau, Nou Moles, Jesús y la pedanía de Borbotó. Al margen se sitúan las que llegan desde otras Administraciones, aunque la parte municipal es la citada en el documento. Otros 22 y dos pedanías siguen en blanco.

Igual que sucedió en el anterior balance, no se ha invertido nada en el Pilar, Pla del Remei, la Pechina, Tendetes, El Calvari, Trinidad, Sant Antoni, Fuensanta, la Luz, San Isidro, La Raiosa, Hort de Senabre, En Corts, Ciudad Universitaria, Jaume Roig, Beteró, Ciudad de las Artes y las Ciencias, La Creu del Grau, Camí Fondo, Ciudad Jardín, Isla Perdida, la Amistad, la Carrasca, Mahuella, Beniferri y Hono de Alcedo.

En este caso fue el grupo popular la formación que pidió conocer el estado de ejecución de las cuentas. La portavoz de dicha formación, María José Catalá, señaló que después de cinco años «dirigiendo el Ayuntamiento siguen con una gestión inoperante, de la que los grandes perjudicados son los barrios, donde tienen las equipamientos públicos y jardines sin inversiones para mejorarlos, y sin que se hayan abiertos nuevas dotaciones deportivas, sociales o culturales».

A 31 de agosto, sólo ha llegado a los barrios un 10,8% de la inversión presupuestada. De unas inversiones que en estos momentos asciende a 195 millones de euros, sólo se ha destinado 21 millones. Otros 14,8 millones se han repartido en proyectos que no se asignan a ninguna zona, sino que tienen carácter general. Dentro de la mala situación, los barrios más beneficiados por las obras acabadas en los primeros ocho meses del año son Marxalenes y el Mercat, así como Camins al Grau, aunque destaca por encima de todos el Cabanyal, que lleva más de cuatro millones de euros en equipamientos.

La mejora de la calidad de vida en barrios, destacó Catalá, «debería ser una prioridad máxima para el Ayuntamiento, pero vemos que no es así, han sido castigados por Compromís y el PSPV sin que les lleguen inversiones necesarias». Recordó que en 2019, Ribó se dejó más de cien millones de euros sin invertir. «Los vecinos de 14 barrios se quedaron esperando inversiones que no llegaron en todo el año». El resultado fue uno de los índices de ejecución más bajos de los últimos años en el Consistorio, con un 60% de proyectos sin terminar. Este ejercicio, el resultado puede ser preocupante.