El Mercado Central de Valencia quiere regular el acceso de turistas por los colapsos

Sábado por la mañana, hora punta en el Mercado Central. Además, el pasado fin de semana se juntó la mayor afluencia de clientes con cientos de turistas que recorrían los pasillos prácticamente sin parar. En resumen, la pesadilla de los vendedores, el temido colapso alrededor de los puestos. El presidente de los vendedores, Francisco Dasí, comentó sobre esto que están negociando un documento con el Ayuntamiento para regular el acceso de grupos de visitantes.

«Nos gustaría que fuera fruto del diálogo y la comprensión mutua», señala acerca de si las normas serán de obligado cumplimiento para los guías turísticos que pasean con sus clientes por los pasillos a diario.

El decálogo está ahora en negociación con la concejalía de Turismo, para presentarlo después a las entidades de guías turísticos y lograr un acuerdo. Está por ejemplo el caso de que las explicaciones dentro del mercado suponen una serie de 'tapones' en zonas neurálgicas de distribución de clientes como la plaza central o los propios accesos del edificio modernista.

«Esa sería una de las primeras peticiones, que las explicaciones se den en la calle para no crear esos problemas», indica Dasí, quien reitera que «los turistas y los guías turísticos son bienvenidos, pero con unas pequeñas normas sería mejor para todos. Con compromiso y comprensión hacia los vendedores».

El segundo aspecto que quieren incluir los comerciantes en el decálogo es limitar el número de personas en los grupos, una vez que entren en el Mercado Central. «Ocho o diez personas como máximo sería lo adecuado», apunta Dasí, aunque realmente considera que «lo idóneo es que fuera una especie de entrada libre, sin necesidad de que todos fueran juntos».

Dentro de unas semanas está previsto que se presente el documento, ahora en plena fase de negociación. En otras ciudades, como en el caso de Barcelona, el Ayuntamiento también quiso limitar el acceso al mercado de la Boquería, junto a las Ramblas, aunque el problema es que «habría que ver después cómo se controla eso», comentó Dasí, quien subrayó que la mejor vía es lograr un consenso con los guías turísticos de las principales entidades.

El Mercado Central es uno de los edificios más visitados de la ciudad, con afluencias diarias que pueden superar las diez mil personas. Rehabilitado hace unos años, es una atracción turística de primer nivel y algunos puestos han reorientado sus productos a esta clientela. El sábado sin ir más lejos era frecuente ver a los cruceristas degustando fresas ya cortadas en vasos de plástico, zumos y dulces de todo tipo.

Pese a esa circunstancia, la estrategia de la asociación de vendedores pasa por mantener como prioritaria la fidelización de los clientes, tanto los que hacen compra para sus domicilios como los restaurantes que se surten en el principal centro comercial de alimentación de la ciudad, tanto en número de puestos como en la variedad que ofrece.

De ahí que Dasí considere que es importante «un acuerdo con los guías turísticos, en lo que puede ayudar mucho el Ayuntamiento», con el fin de facilitar las ventas a diario y los fines de semana.