El Ayuntamiento exige la T2 del metro y la reordenación de la antigua Fe

El Ayuntamiento de Valencia trasladó ayer al Consell las infraestructuras «más urgentes» que necesita la ciudad y que pasan por la puesta en marcha de la Línea T2 de Ferrocarriles de la Generalitat; el desdoblamiento del Colector Norte del Tramo III del Turia; la reordenación del antiguo hospital La Fe de Campanar; la supresión de los barracones de todos los centros educativos de la ciudad, y la adaptación del Convento de la Trinidad como infraestructura cultural. El consistorio explicó ayer que estas peticiones se enmarcan en la línea de diálogo que ha abierto la Generalitat para establecer las «necesidades básicas de actuaciones e inversiones en los municipios de la Comunitat Valenciana».

En concreto y respecto de la Línea T2 del metro, el alcalde de Valencia, Joan Ribó (que se encuentra ausente esta semana y ha delegado en el primer teniente de alcalde, Joan Calabuig), destacó que se trata de una infraestructura «básica» para la ciudad y que tiene que servir para conectar Nazaret con el resto de la ciudad para potenciar así «una movilidad mucho más sostenible». Con una primera fase de la infraestructura prácticamente terminada, el Ayuntamiento ha reclamado la puesta en marcha, al menos, de la parte de la línea que ya es una realidad.

En cuanto al desdoblamiento del Colector Norte del Tramo III del Túria está previsto en el Plan de Cuenca del Júcar y, tal como dijo Ribó, «es vital para resolver el final del antiguo cauce del río». El colector actual se encarga de derivar las primeras aguas de lluvia hacia la depuradora de Pinedo pero, según la administración, no puede asumir todo el volumen, «por lo cual se hace imprescindible este desdoblamiento».

Por otro lado, el primer edil recalcó que el antiguo hospital La Fe de Campanar es «una muestra de cómo actuaba el anterior gobierno autonómico y la desidia instalada en el gobierno municipal, los dos del mismo símbolo político», por lo que, además de reprochar «la falta de previsión», pidió que se reordene porque está «desaprovechado».

El Ayuntamiento también reclamó reclamado la progresiva supresión de los barracones escolares y su sustitución por edificaciones aptas para la escolarización de los niños y jóvenes de la ciudad, «después de la nefasta etapa de gobiernos del PP en materia de infraestructuras educativas, donde parecía que había más interés por instalar barracones que por hacer escuelas e institutos dignos», aseveró Ribó. El grupo municipal de Ciudadanos aprovechó para recordar que en el último pleno, Compromís votó en contra de una moción que presentó su grupo municipal en la que se pedía que Valencia fuera «ciudad libre de barracones». «Nos sorprende que días después pida esto al Consell cuando hace una semana votó en su contra», explican fuentes del partido de Fernando Giner.