Fiesta de 1937: Un desfile militar con loas a la URSS, no una cabalgata infantil

Cuesta encontrar referencias a la infancia en las crónicas de la época, pese a que se denominó la Semana Infantil. La cabalgata laica y republicana celebrada en Valencia en 1937 durante la Guerra Civil fue la base el pasado domingo para una recreación organizada por la Sociedad Coral el Micalet, aunque la original distaba mucho del espíritu navideño de estas fechas.

El alcalde Joan Ribó dio la bienvenida en el balcón municipal a la comitiva diciendo que «vuestro nombre, Libertad, Igualdad y Fraternidad nos trae viejos recuerdos. Recuerdos amables y de momentos en que la historia de la Humanidad dio pasos importantes adelante».

Se dirigía a las tres 'reinas magas' inventadas para la ocasión, como publicó ayer LAS PROVINCIAS, con la intención de los organizadores de sintetizar el espíritu del desfile original, el único realizado y que sustituyó en 1937 a la Cabalgata de los Reyes Magos.

Pero las crónicas y las fotografías de la época distan mucho de reflejar ese espíritu. Sin ir más lejos, unas de las carrozas estaba decorada con una enorme efigie del dictador Stalin, a la postre uno de los principales genocidas del siglo XX. La carroza dedicada a la Unión Soviética, indican los cronistas, era saludada por el público con el puño en alto, sin excepción.

Las fotografías son todavía más claras para analizar todo lo que se quiso representar en el desfile, es decir, un refuerzo ideológico del Partido Comunista, el Frente Popular y todas las organizaciones del bando republicano. En el otro lado, un grupo de gigantes representaba a los banqueros, militares y falangistas, demonizando al «traidor Franco» en un tentetieso, todo ello muy alejado del espíritu infantil.

El Ministerio de Educación y Cultura guarda todas estas imágenes en el llamado 'Archivo Rojo' de 3.051 fotografías que eran controladas por la Dirección General de Propaganda del Gobierno republicano. De estos fondos, una treintena son de la cabalgata laica celebrada en Valencia, firmadas por Atienza.

Algunas de estas piezas fueron desveladas ayer en el blog Contando Estrelas (www.outono.net), donde se refleja el contraste de una fiesta supuestamente infantil con la avalancha de simbología comunista, bélica y sindical, que el autor, un diseñador gráfico y web de Vigo, denomina como «esperpéntica».

Esto se debe a que en el artículo subraya que «la cabalgata roja se llevó a cabo porque al trasladarse el Gobierno republicano a Valencia a finales de 1936, el presidente socialista Largo Caballero prohibió la cabalgata de los Reyes Magos por tratarse de una fiesta religiosa. Es un paradoja que el ahora alcalde de Valencia reanude este esperpento invocando la palabra «libertad», cuando no surgió de la libertad, sino de la imposición y la prohibición».

Además de destacar la presencia de una efigie enorme de Stalin, el autor indica también que «es curioso ver que en aquella cabalgata roja iban policías, milicianos y una representación de un soldado ruso, pero ahora Ribó ha prohibido la presencia de la Policía y el Ejército en la cabalgata de Reyes Magos. Debe ser que si sustituimos a los policías y a los milicianos comunistas por policías y militares de un Estado democrático, a Ribó ya no le agrada».

LAS PROVINCIAS fue incautada aquellos años y cambió de cabecera, por lo que no queda registro del desfile en la hemeroteca. Sirva como detalle que la fugaz marca, 'La Fragua Social', controlada por la CNT, se quejaban en su crónica del acto de la presencia de los comunistas y del uso La Internacional.

Todo un ejemplo de la pugna por tener protagonismo en un acto donde se repartieron juguetes, aparecieron figuras representando a personajes de Disney y también muestras de folclore, pero que en el fondo y la forma se convirtió en un desfile casi militar y de refuerzo ideológico. La imagen del presidente del Gobierno del Frente Popular, Largo Caballero, encabezaba el desfile con un cartel donde con un ¡viva! a su figura, mientras que la bandera de la URSS estaba rodeada por un grupo de niños con ramos de flores. Y para muestra otra pancarta: «¡Vivan los niños del mundo entero y especialmente los niños soviéticos que ayuden fraternalmente a los niños antifascistas de España!».