El Mercado Central denuncia que paga 280 veces la tasa de la basura

Los vendedores del Mercado Central han hecho cuentas y la tasa de la basura les sale por un pico. Fuera bromas, la asociación de comerciantes anunció ayer que reclamarán el pago de un único recibo de la TAMER, la impopular tasa para el tratamiento de residuos, igual que ocurre con los supermercados. Ahora, precisaron desde la entidad, deben hacer frente cada año a 280 recibos dado que se les trata igual que a los comercios minoristas.

Así lo establece la normativa que regula esta tasa. Los pequeños comercios pagan 239 euros al año, mientras que los supermercados son 309 euros. En ambos casos se produce hasta un consumo máximo de 195 metros cúbicos anuales de agua potable.

El problema es que los 280 recibos del Mercado Central se elevan a 66.920 euros, precisaron las mismas fuentes, lo que consideran un «exceso que no es justo en comparación con lo que sucede con otros epígrafes de la tasa de basuras».

La Entidad Metropolitana de Residuos es la que gestiona el cobro de esta tasa, que en Valencia se factura a través del recibo del agua. El consumo es la referencia que se toma para la generación de basura, con una cantidad que se dedica al tratamiento de las dos plantas y del vertedero de Dos Aguas.

Las mismas fuentes precisaron que «queremos abrir el debate sobre el pago de esta tasa», en lo que seguramente ocurrirá en todos los mercados municipales. Otro de los asuntos que quieren tratar las próximas semanas es la reurbanización de la plaza Ciudad de Brujas y la apertura del parking subterráneo. El anterior Consell dejó el concurso de obras y gestión cerrado pero sin la aprobación final, por lo que «queremos que siga el proceso pero sin cambiar nada, para evitar retrasos».

Los vendedores negociaron durante meses el diseño de la plaza, las condiciones de explotación del garaje y otros elementos del proyecto, donde tanto el Ayuntamiento como la Generalitat tuvieron que renunciar a distintas pretensiones.

Después de alcanzar el acuerdo es hora de «empezar a trabajar adjudicando las obras de urbanización y sacando a concurso todo», precisaron sin «cambiar nada porque ese tiempo ya ha pasado». Los vendedores del mercado llegaron a protagonizar protestas en la calle y colgaron carteles para desbloquear la tramitación del proyecto. De momento hay una urbanización provisional, a la espera de la remodelación de la plaza. Los vendedores piden también la creación de una dársena de autobuses de la EMT junto al mercado, para favorecer de este modo la llegada de clientes.