¿Y los guardianes del dinero público?
El Tribunal de Cuentas cuestiona la falta de control de las universidades y nadie ha abierto la boca. Como si los fondos que manejan no fueran de todos
El Tribunal de Cuentas ha puesto esta semana sobre la mesa un informe que si de las Diputaciones, los Ayuntamientos o la propia Generalitat se tratara lo hubiéramos calificado de demoledor. Pero, claro, tiene como destinatario a las universidades y la cosa entonces ya es distinta. Y da igual que reclame mayor control interno, interventores en los centros para vigilar el gasto o que alerte del exceso de plantilla en determinadas áreas con pocos alumnos. Incluso que denuncie abiertamente el incremento en los gastos salariales entre 2008 y 2012 a pesar de que en 2010 entró en vigor el decreto ley que suprimía un 5% del sueldo a todo el sector público para reducir el déficit. En la empresa privada, seguro que lo recuerdan, fueron miles los trabajadores que durante esos años sufrieron la supresión del sueldo entero y acabaron en la calle.
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