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R. GONZÁLEZ
Martes, 8 de abril 2014, 11:47
Maite Signes es oficialmente la nueva alcaldesa de la localidad. El PP vuelve a asumir las riendas de Gata, de nuevo en minoría, con seis ediles frente a los siete que suman los socialistas y los nacionalistas, lo que haría presumir que un tira y afloja entre gobierno y oposición en los pocos meses que restan de legislatura, pero la munícipe ha tenido la mano a la oposición para incluirles en el gobierno.
La popular Maite Signes, que toma el relevo de Ana María Soler tras dimitir el pasado mes, salió elegida en el pleno extraordinario celebrado ayer por la tarde. Una sesión que comenzó con la toma de posesión de Jesús Ángel Palacios, que juró el cargo.
En el segundo punto del orden del día se procedió a la elección del nuevo jefe del ejecutivo local. El PP, que lleva las riendas del consistorio en minoría, propuso a Maite Signes como candidata, mientras que los partidos de la oposición, PSPV y Bloc, presentaron a sus respectivos cabezas de cartel. Tras la votación, al no haber una mayoría absoluta, se impuso la lista más votada, la de los populares.
La nueva alcaldesa, tras prometer el cargo, tuvo unas palabras de agradecimiento a su predecesora. Signes reconoció que ante sí se le plantea un nuevo reto difícil, pero subrayó que «es un orgullo ser la alcaldesa de Gata». De su pueblo destacó que es trabajador, emprendedor y solidario, unos valores por los que trabajará para «afianzarlos».
Respecto a cómo será su línea de trabajo, la nueva munícipe aseguró que será «continuista, pero con otro estilo» porque su forma de ser es diferente a la de Ana María Soler. «No habrá ningún cambio extremo, solo de carácter y maneras», añadió.
En ese sentido, Maite Signes destacó que va a ser dialogante con los grupos que integran la oposición para tratar de llegar puntos de encuentro. Según recalcó, «vengo dispuesta a escuchar y a buscar el entendimiento». De hecho, ya ha hablado con ellos y «les podríamos dar concejalías».
Ahora le toca volver a sentarse con todos y reorganizar comisiones informativas y delegaciones. En principio mantendrá Urbanismo. También hay que fijar el sueldo, en principio propondrán el mismo que tenía Soler, unos 1.800 euros brutos, pero reconoce que eso no es definitivo.
La primera edil se ha fijado varias prioridades en el poco tiempo que le queda, ya que falta algo más de un año para las elecciones municipales y pronto los partidos empezarán con las campañas. Entre los retos más importantes señaló los presupuestos de este año, aunque admite que será difícil. Signes argumentó que a estas alturas no es bueno llevar a cuestas tantas modificaciones de crédito y que resulta complicado y «engorroso» trabajar así por carecer de unas cuentas.
Por ello, pretende sentarse a negociar con la oposición para tratar de sacar adelante unos presupuestos que permitan afrontar el año con una relativa normalidad en el aspecto económico.
El urbanismo también ocupará un papel destacado. Por un lado tendrá el Plan General, pendiente de que conselleria responda una consulta del consistorio para ver si consolida en rústico o urbano unas zonas y proceder así a contestar alegaciones y hacer un refundido para una aprobación inicial. Y por el otro, intentará llevar a aprobación definitiva el polígono industrial de Plans. También prevé que se efectúen obras de mejora del entorno y de la red de abastecimiento potable.
Asimismo, recordó que la contrata de la basura finaliza en noviembre, por lo que quiere sentarse con la oposición para estudiar la cuestión y ver qué es lo mejor para el pueblo. Además, propone la reversión del ecoparque a manos del ayuntamiento porque «queremos llevar una gestión municipal» al no estar demasiado satisfechos con la de la actual empresa.
Muchos son los retos que tiene Signes ante sí en tan escaso periodo de tiempo. La nueva alcaldesa tiene 40 años y se define como «activa y nerviosilla, pero muy reflexiva». Según recalcó, «soy una persona equilibrada e intento ser coherente entre lo que pienso y lo que hago».
Desde la oposición, tanto el líder socialista, Vicent Font, como el nacionalista, Matías Monfort, felicitaron a la nueva alcaldesa. Monfort le dijo que podía contar con ellos y Font indicó que estaría ahí para lo que necesitase porque «el pueblo debe estar por encima de todo» y apuntó que no era momento de «buscar culpables» por no haber un acuerdo entre PSPV y Bloc.
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