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Una de las búsquedas por los alrededores de Manuel. EFE
Marta Calvo | «Lo recuerdo en la puerta y tiemblo»

«Lo recuerdo en la puerta y tiemblo»

Consternación en el municipio de Manuel ante la confesión del presunto homicida de Marta Calvo | El arresto de Jorge deja más tranquilos a los que fueran sus vecinos durante el tiempo que residió en esta localidad de la Ribera

BELÉN GONZÁLEZ

MANUEL.

Jueves, 5 de diciembre 2019, 00:39

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Cada dato que se está conociendo sobre la desaparición de Marta Calvosu más que probable muerte inquieta a los vecinos de Manuel, pueblo que se ha visto inmerso en el epicentro de un suceso que desde el principio ya intuía que no tendría un final feliz.

Desde que a primera hora de la mañana de ayer se conociera que el que hasta hace unas semanas residía en este municipio de la Ribera Alta, Jorge Ignacio P., se había entregado, los vecinos han estado siguiendo toda la información que se daba al respecto.

El despliegue policial y mediático ha marcado a la población en las últimas semanas

Sentimientos contradictorios son los que muestran los vecinos de esta tranquila localidad que se ha situado en el mapa de los sucesos más mediáticos de los últimos años. Por un lado, se encuentran asombrados por el hecho de que Jorge haya declarado que descuartizó el cuerpo de la chica y, por otro, más tranquilos porque este individuo ya está detenido y no volverá a pisar sus calles.

«Si se lo encuentra mi hijo...»

Peor lo están pasando los residentes de la vía San Juan Bautista, donde tenía alquilada la casa el colombiano desde hace tan solo unos meses. «No me hubiera imaginado que este chico, con buena presencia y, aún sin ser sociable, educado cuando te encontrabas con él en la puerta, hubiera sido capaz de hacer algo así», comenta Vanesa, una de las vecinas, a quien le resulta inquietante el haber estado tan cerca de un posible asesino. «Tiemblo al recordarlo».

Como horrible les resulta pensar que dado lo declarado por el ahora detenido, se hubieran podido encontrado algún resto de Marta, al llevar la basura al contenedor. «No me lo puedo imaginar y menos aún si lo hubieran encontrado alguno de mis hijos», confiesa esta vecina.

Durante toda la jornada de ayer, estuvieron preguntando a los distintos medios de comunicación que hacían guardia en la puerta de la vivienda número 9 de esta calle, para saber si el joven colombiano volvería de nuevo allí para la reconstrucción de los hechos.

Y es que, aunque es lógica la impresión y la tristeza por todo lo sucedido a tan solo unos metros de sus viviendas, su deseo es volver a la tranquilidad con la que vivían hace dos semanas, antes de que saltara la noticia de la desaparición de Marta y su último rastro se perdiera en esta calle de Manuel.

Malos sueños

Desde entonces, la calle se llenó de agentes de la guardia civil y de medios de comunicación y no han podido «ni dormir tranquilos», según asegura un vecino. Además, de la incertidumbre por lo sucedido se han sentido agobiados ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre alguien que para ellos era un desconocido.

Tres días estuvo la calle acordonada al unirse a la investigación agentes de la Unidad Central Operativa especializados en homicidios y secuestros, que registraron exhaustivamente la casa tras constatarse que el inquilino la había limpiado con lejía.

A la vez se ampliaba el dispositivo por todo el término municipal, especialmente en el Monte Valiente, el río Albaida y la Salinas, para encontrar algún rastro de Marta. Palmo a palmo se ha recorrido el término donde se le perdió la pista a la joven el día 7 de noviembre, incluso los vecinos durante estos días han apuntado posibles lugares donde podría estar escondido el cuerpo sin que por el momento se haya conseguido una pista fiable.

El despliegue policial y los medios han sido muy numerosos durante las intensas jornadas de búsqueda. Por tierra, con la unidad canina; por aire, con helicóptero, y por agua, con buzos, para poder encontrar a la joven de 25 años. Incluso la UME se unía este pasado lunes, antes de que tuviera que suspenderse la búsqueda por la intensa lluvia y, finalmente, la entrega de Jorge en la madrugada del miércoles en el cuartel de la Guardia Civil del vecino municipio de Carcaixent.

Este despliegue, que de paso hay que decir ha traído actividad al municipio, aseguran los vecinos y corrobora la alcaldesa, Pura Atienza, que no se veía desde la existencia en el municipio de un campamento militar. «Desde que dejó de utilizarse el campamento, no veíamos tanto color verde junto en la plaza», indica la alcaldesa.

En esta ocasión, ha sido por un motivo trágico y que no olvidaran los cerca de 2.500 vecinos de Manuel. Ahora esperan que todo acabe pronto y que si Manuel vuelve a ser noticia, que lo sea el próximo 22 de diciembre porque toque el gordo de Navidad.

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