Las pruebas de ADN confirman que el hombre hallado muerto en Manises es el desaparecido en Pedralba por la dana
Los biólogos de la Guardia Civil identifican el cuerpo momificado de José Javier Vicent Fas tras el correspondiente cotejo de muestras biológicas
Las pruebas de ADN han confirmado la identidad de la última víctima de la catastrófica dana, José Javier Vicent Fas, el hombre que desapareció en la tarde del 29 de octubre cuando se encontraba con su hija, una joven de 30 años con síndrome de Down, en una casa de campo en Pedralba.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, unos trabajos de limpieza del cauce del río Turia a su paso por el término de Manises posibilitaron el hallazgo de un cadáver momificado, el cuerpo disecado de Vicent Fas, según han constatado los biólogos del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil tras el correspondiente cotejo de muestras biológicas.
Los investigadores de la Guardia Civil y los forenses estaban convencidos de que las pruebas de ADN confirmarían la identificación de la victima, ya que el estado de descomposición del cuerpo y sus características físicas así lo indicaban, además del lugar en el que fue encontrado.
Los empleados de la Empresa de Transformación Agraria (TRAGSA) dieron la voz de alarma sobre las cinco de la tarde del martes después de que el cuerpo fuera desenterrado por una de las máquinas excavadoras que remueven el terreno para limpiar el cauce del Turia.
Tras ser arrastrado por la riada, el cadáver quedó sepultado bajo tierra en una zona donde han aparecido los cadáveres de otras víctimas de la dana. Un juez de Quart de Poblet supervisó el levantamiento de los restos humanos.
Una vez realizada la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, la Guardia Civil recogió una muestra para la investigación genética y la cotejó con otra de un familiar de la víctima. El resultado fue positivo. Los perfiles genéticos son compatibles y coinciden en un alto porcentaje, lo que indica un vínculo entra las dos muestras biológicas.
El juzgado de guardia de Quart de Poblet ha recibido ya el informe de identificación realizado por el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, así como un segundo informe sobre la autopsia elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Valencia.
Esta víctima mortal, como las otras dos personas que a día de hoy siguen desaparecidas tras la dana, ya habían sido declaradas legalmente fallecidas mediante un decreto de un juzgado de primera instancia de Valencia, fechado el pasado 6 de marzo, en el marco de un expediente civil de jurisdicción voluntaria.
Igualmente, estas tres víctimas ya figuraban como personas fallecidas en el cómputo de los 229 muertos por los que se abrió la causa penal, que se halla en fase de instrucción en la Plaza número 3 de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Catarroja.
Vicent Fas falleció con 56 años de edad. El 29 de octubre de 2024, el hombre y su hija, una joven de 30 años con síndrome de Down, fueron sorprendidos por la riada en una casa de campo de Pedralba. El nivel del agua llegó hasta muy pocos centímetros del techo. El cadáver de Susana fue hallado dos días después en una playa de Sueca, a unos 70 kilómetros de distancia, por lo que la búsqueda del cuerpo de su padre se centró en una zona muy amplia.
El hallazgo del cadáver de Vicent Fas abre la puerta a la esperanza para las tres familias que esperan recuperar algún día los restos mortales de Francisco Ruiz y Elisabet Gil, las dos únicas personas que continúan desaparecidas tras ser arrastradas por la riada.
Elizabet, de 38 años de edad y vecina de Cheste, viajaba en un coche de color negro junto a su madre con destino al Hotel La Carreta, donde ambas trabajaban. Iban a bordo de un Ford Focus que conducía Elvira Martínez (61 años), que fue hallada sin vida días después en el barranco del Poyo en el término de Quart de Poblet. El cuerpo de Elizabet aún no ha aparecido.
Poco antes de que el Ford Focus fuera arrastrado por la riada, Elizabet grabó dos vídeos con su móvil desde el interior del coche. Las imágenes y los datos de geolocalización de su teléfono fueron analizados por la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME) para acotar el área de búsqueda.
Algunos tramos de la rambla del Poyo, entre Cheste y Manises, se rastrearon dos veces por diferentes equipos de búsqueda para cerciorarse de que no había ningún sitio sin reconocer. También utilizaron perros adiestrados en la detección de restos cadavéricos, pero los esfuerzos fueron en vano.
Francisco Ruiz Martínez, la otra persona que continúa desaparecida, estaba al cuidado de sus dos nietos, de cinco y diez años de edad, el día 29 de octubre por tarde. La riada los sorprendió en la zona del polígono de Montserrat. El hombre subió a los menores al techo de su vehículo e intentó pedir ayuda, pero fue arrastrado por el agua.
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