La víctima permanece en estado de coma en el Hospital de la Ribera. Fotografía cedida por el entorno de la agredida.

A prisión el hombre que ha dejado en coma a su pareja de una paliza en Cullera

Familiares de la víctima destaparon los malos tratos tras acudir al domicilio al no saber de Estefanía desde hacía cuatro días

Ignacio Cabanes

Valencia

Jueves, 23 de octubre 2025, 17:12

Mientras Estefanía, de 48 años, trata de luchar contra la muerte en una cama de la unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de La Ribera, donde permanece en estado de coma por la brutal paliza que le provocó presuntamente su compañero sentimental en su domicilio de Cullera, su presunto agresor ya se encuentra en prisión provisional. El detenido por esta tentativa de homicidio machista -por el momento solo se le atribuye un delito de lesiones agravadas- trató de enmascarar los presuntos malos tratos a los que sometía a su pareja con distintas versiones sobre el origen de los hematomas que presentaba por todo el cuerpo.

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Inicialmente sostuvo ante los policías locales que acudieron tras un aviso de una mujer en mal estado en un bar, que esta sufría ataques de epilepsia, y posteriormente, ante el juez, trató de justificar las lesiones con una pelea que su compañera había tenido con otra mujer casi diez días antes. Los familiares de la víctima, y las investigaciones de la Guardia Civil del Puesto Principal de Cullera, desmontaron su engaño y han permitido finalmente su encarcelamiento.

La víctima, que siempre ha tratado de proteger a su presunto maltratador, había ido dejando señales de alarma y peticiones de auxilio silenciadas desde finales de agosto, pero nadie se percató del peligro que corría. De hecho, fue un hermano de la agredida quien dio la voz de alarma el pasado domingo cuando se presentó en el domicilio para ver cómo estaba al presentir que algo malo le pasaba por la actitud mostrada por su cuñado al otro lado del teléfono.

Este familiar de Estefanía llevaba cuatro días intentando hablar con su hermana, pero cuando le llamaba siempre se ponía su novio. Además, en una de las llamadas la escuchó balbuceando. Pero su cuñado -con el que la víctima lleva casi diez años de relación- le insistía en que no era necesario que se acercara, que estaba bien y que era todo por la medicación que se toma.

Preocupado por ella y temiendo por la salud de su hermana, el hombre acudió a las once de la mañana del domingo junto con personal médico del centro de salud. Los sanitarios descubrieron la brutalidad del ataque tras encontrarse a la mujer ya inconsciente y con lesiones en el rostro, el abdomen, brazos y piernas. Además, los hematomas presentaban diferentes fases de evolución, tanto golpes recientes como de hacía días o incluso semanas.

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La mujer fue evacuada por un SAMU al Hospital de la Ribera con lesiones craneales y un coágulo en el cerebro, y allí permanece ingresada en estado de coma desde entonces, como adelantó en exclusiva LAS PROVINCIAS la brutal agresión machista.

Manuel L. S., arrestado por la Guardia Civil tras interrogar a varios testigos que desmontaron sus manifestaciones exculpatorias, pasó a disposición judicial este miércoles. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sueca acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza al solicitarlo la acusación particular, que logró destapar las contradicciones en el relato del detenido, quien no supo aclarar por qué la tuvo varios días en casa en ese estado sin alertar a servicio médico alguno. Fuentes del TSJCV han informado que la causa está abierta por un delito de lesiones, sin perjuicio de ulterior calificación.

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Cronología de una víctima machista en peligro

Aunque no constan denuncias previas en la pareja, hay un primer indicador de peligro el 27 de agosto de 2022 cuando un agente de la Policía Local de Cullera que estaba regulando el tráfico escuchó los gritos de socorro de una mujer procedentes de la finca donde ahora ha sido localizada gravemente herida la víctima.

La versión exculpatoria del detenido, que dio ante el juez, está en una discusión que tuvo su pareja con otra mujer en un bar próximo a su domicilio el pasado 10 de octubre por un supuesto ataque de celos. Aunque sí consta que ambas mujeres discutieron ese día, ningún testigo vio que llegaran a las manos ni tampoco se apreció lesión alguna en la víctima -y mucho menos de la gravedad como las que presentaba cuando fue encontrada en su casa-.

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El siguiente episodio clave se produjo el pasado 13 de octubre. Esa tarde, a las 15.46 horas, la trabajadora de un bar situado frente al domicilio de la víctima llamó al teléfono de Emergencias 112 informando de que había una mujer convulsionando y que había perdido el conocimiento. En la llamada se amplía información diciendo que está sangrando por la nariz y la boca. Y unos minutos después, a las 15.53 horas, un testigo -luego se supo que era el propio agresor- se pone al teléfono y dice que la mujer está bien. Fruto de ello a las 15.55 horas se anula el servicio de ambulancia, según ha podido confirmar este periódico.

Esa misma tarde, y supuestamente a raíz de este aviso -aunque hay un desfase de dos horas entre la llamada y la llegada de la Policía-, agentes de la Policía Local de Cullera acuden al citado bar tras ser requeridos porque una mujer se ha caído de espaldas cuando estaba sentada en un taburete (son las 17.56 horas). La propia víctima trata de tapar a su presunto agresor diciendo que sufre de «pequeños ataques de epilepsia».

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Las lesiones que presenta la mujer, no compatibles con caídas accidentales, así como la declaración de un testigo que también la escuchó pedir socorro a las dos de la madrugada del 10 de octubre, han resultado claves para que el juez acuerde el ingreso en prisión provisional del presunto maltratador a la espera de ver cómo evoluciona la víctima y se le puede tomar declaración.

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