Un hombre de 41 años muere al caer de un puente en Vilamarxant

Un hombre de 41 años de edad, Pedro P. M., falleció el lunes como consecuencia de las graves lesiones que sufrió al caer del puente sobre el barranco de Teulada en la localidad de Vilamarxant. El trágico suceso tuvo lugar sobre las cinco de la tarde cuando la víctima se encontraba en estado ebrio con un amigo, quien dio la voz de alarma.

Un agente de la Policía Local de Vilamarxant, un médico de atención primaria y un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) acudieron al lugar, pero no pudieron recuperar las constantes vitales de la víctima. Los sanitarios practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar al hombre durante un tiempo prudencial.

El suceso ocurrió a escasos metros del retén de la Policía Local de Vilamarxant. Según el testigo y las primeras investigaciones de la Guardia Civil, los hechos se produjeron de forma accidental cuando la víctima se subió al pretil. Tras perder el equilibrio, el hombre se precipitó sobre una losa de hormigón, junto a uno de los pilares del puente, y sufrió un fuerte golpe en la cabeza.

Poco antes de la caída mortal, un vecino de Vilamarxant vio a los dos hombres en estado de embriaguez. Acababan de salir de la casa de uno de ellos tras beber gran cantidad de alcohol y, según el testigo, caminaban con cierta dificultad e incluso cayeron al suelo antes de llegar al puente.

Luego se levantaron para seguir andando e instantes después se produjo la caída desde una altura aproximada de seis metros. El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Llíria se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer las causas del suceso, aunque todo parece indicar que se produjo de forma accidental.

Cuando le preguntaron cómo habían ocurrido los hechos, el amigo del hombre fallecido manifestó que ambos estaban muy ebrios y que él intentó subir primero al pretil, pero no lo consiguió por su estado de aturdimiento. Segundos después, la víctima le dijo que iba enseñarle cómo podía subir al muro y cayó al barranco de espaldas cuando trataba de demostrar su agilidad.

Los comentarios de los vecinos sobre el suceso dispararon los rumores en el pueblo sobre un posible empujón que podría haber sufrido la víctima durante una pelea, pero los agentes de la Guardia Civil no hallaron indicios criminales en el puente ni tampoco en el cadáver.

Además, el testimonio del vecino que vio a los dos amigos cuando se tambaleaban debido al estado de embriaguez de ambos, poco antes de la caída mortal, hace más verosímil la versión del testigo principal. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarle la correspondiente autopsia.

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