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Un cliente de Bankia saca dinero de un cajero. PEDRO ARMESTRE/AFP
Un juez prohíbe a cinco ladronas reincidentes acercarse a las sucursales bancarias en Valencia

Un juez prohíbe a cinco ladronas reincidentes acercarse a las sucursales bancarias en Valencia

El magistrado establece una distancia mínima de separación de siete metros para prevenir los delitos que comete el clan

Javier Martínez

Valencia

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Miércoles, 3 de febrero 2021, 23:49

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Siete metros. Esa es la distancia mínima de separación que debe haber entre cinco ladronas reincidentes y cualquier sucursal bancaria de la ciudad de Valencia. Un juez ha dictado un auto en el que prohíbe a las delincuentes acercarse a un banco para prevenir los delitos que cometían casi a diario antes de ser detenidas por la Policía Nacional.

Según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, las cinco mujeres quedaron en libertad provisional el pasado 14 de enero a la espera del correspondiente juicio, aunque el magistrado acordó una medida cautelar que ha sido aplaudida por las víctimas de los hurtos y las entidades bancarias afectadas.

La orden de alejamiento permanecerá en vigor mientras el juzgado instruye el procedimiento penal. Si alguna de estas mujeres merodea cerca de un banco y la Policía constata su presencia a menos de siete metros de un cajero automático o una sucursal, cometería entonces un delito de quebrantamiento de medida cautelar, sería detenida otra vez y agravaría su condena.

Las cinco ladronas, todas ellas de nacionalidad búlgara y con antecedentes policiales, pertenecen a un clan que tiene un amplio historial delictivo en Valencia. La cabecilla del grupo, que ha sido detenida una quincena de veces en los últimos años, es una experta carterista y delinque casi siempre con sus dos hijas y una sobrina.

La banda de ladronas suele hurtar dinero, cartillas y tarjetas de crédito a personas mayores cuando acuden al banco a sacar dinero. Tres o cuatro integrantes del clan esperan la llegada de las víctimas a las sucursales de Bankia, en la mayoría de los casos, y se acercan a ellas con disimulo para memorizar el número secreto de la tarjeta cuando extraen dinero del cajero.

Luego siguen a la persona mayor por la calle, y de manera organizada, una de las mujeres hurta la cartera mientras otra distrae a la víctima al preguntarle cualquier cosa. Tras apoderarse de las tarjetas de crédito o cartillas, las delincuentes buscan el cajero más próximo y vacían las cuentas bancarias. Otras veces entran incluso dentro de las oficinas bancarias para elegir a las personas que más dinero sacan y ver dónde lo guardan.

Detenciones y alejamiento

Tras una oleada de hurtos con este método delictivo, el Grupo de Delincuencia Urbana de la Jefatura Superior de Policía de Valencia se hizo cargo de las investigaciones y detuvo a las cinco mujeres como presuntas autoras de varios delitos. El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 19 acordó horas después la libertad provisional de las ladronas, pero dictó el auto con la orden de alejamiento de los bancos, una medida que solicitó la propia Policía.

En alguno de los delitos esclarecidos, las malhechoras hurtaron hasta 1.000 euros, la cantidad máxima que podían sacar del cajero. Estas mujeres sustraían carteras en centros comerciales y otros lugares donde había turistas o aglomeraciones de gente, pero la pandemia les obligó a cambiar sus métodos delictivos.

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