Cárcel para el médico del Clínico que intentó grabar con un móvil a una compañera en la ducha
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La Audiencia de Valencia impone seis meses de prisión al cardiólogo que ocultó el dispositivo en una rejilla de los lavabos del centro tras asegurarse de que la joven iba a usarlos para lavarseLa Audiencia de Valencia ha impuesto una pena de seis meses de prisión por delito contra la intimidad al cardiólogo del Hospital Clínico que ocultó un teléfono móvil en unos aseos del centro con la intención de grabar en la ducha a una compañera de 28 años. El tribunal no cree la versión que mantuvo el especialista durante el juicio: que colocó el dispositivo para vigilar a unos intrusos tras sufrir un supuesto robo en el lugar.
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Según la sentencia, el sanitario preguntó a la joven si pensaba ducharse en los aseos y cuando esta respondió que sí se apresuró con su plan. Le dijo que aguardara porque iba a entrar él previamente. Y a sí lo hizo. Pero no para hacer uso de la estancia, sino para camuflar su teléfono en una rejilla de ventilación «con la finalidad de captar imágenes de quien usara la dependencia a continuación».
Al cabo de 15 minutos, finalizadas sus maniobras en los lavabos, se dirigió a la joven, médico residente de quinto año. «Conminó» a la víctima «a que pasara e hiciera uso» del cuarto de baño con ducha.
Ella no cayó en la trampa. «Receló de lo ocurrido por la actitud que observó en el acusado y por anteriores comentarios» suyos, resume el fallo de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial. Lo que hizo fue examinar el interior del aseo hasta descubrir el aparato ocultado por el cardiólogo. El hombre reconoció que era suyo y «trató de quitarle importancia, diciendo que era una chiquillada». Pero ella avisó a la Policía Nacional y el sanitario acabó detenido.
El examen pericial del teléfono no fue posible. Estaba bloqueado y ninguna de las claves facilitadas por el cardiólogo sirvió para desbloquearlo. La víctima no ha pedido ninguna indemnización. Sólo buscaba justicia ante el intento de vulneración de su intimidad.
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