Se apunta a una cadena de gimnasios de Valencia con una identidad falsa para desvalijar las taquillas
La Audiencia Provincial ordena la detención del acusado tras no presentarse al juicio en el que se enfrenta a ocho años y nueve meses de cárcel
Un ladrón multirreincidente especializado en desvalijar las taquillas de una misma cadena de gimnasios tras darse de alta vía online suplantando la identidad de otra persona. Así actuaba este delincuente que robó en cinco centros deportivos de Valencia de esta misma empresa para mantenerse en forma en menos de dos meses. Y el que no perdía la forma era él, ni su habilidad para abrir las taquillas de los vestuarios masculinos y apoderarse de tarjetas de crédito y dinero en efectivo sin levantar sospechas.
Ahora se enfrenta a penas que ascienden a los ocho años y nueve meses de prisión por un delito continuado de robo con fuerza en local abierto al público en horario de apertura, otro delito también continuado de estafa por la utilización fraudulenta de las tarjetas de crédito o débito y un delito de usurpación de estado civil por suplantar la identidad de otra persona para inscribirse en dicha cadena de gimnasios.
El ladrón de los gimnasios
El juicio contra el 'ladrón de los gimnasios' estaba previsto que se celebrara este martes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, pero el delincuente, que acumula ya varias condenas, ha dado esquinazo a la Justicia facilitando una dirección falsa para sus notificaciones. De ahí que la Audiencia haya tenido que dictar su orden de búsqueda, localización y detención para garantizar su presencia cuando se celebre la vista oral.
Utilizando la identidad de otra persona, con los datos personales de la misma sin que este hombre tuviera conocimiento ni le diera su consentimiento, el acusado se dio de alta en mayo de 2024 vía online como usuario de una cadena de gimnasios de Valencia. La persona real a la que irían posteriormente las reclamaciones en caso de ser descubierto había denunciado el 20 de febrero de ese mismo año la sustracción de su cartera, con su DNI y demás datos personales, precisamente en otro gimnasio de un polideportivo.
Ya con dicha identidad falsa el ladrón se descargó en el móvil la aplicación de la citada cadena de gimnasios para recibir un QR necesario para escanear y poder entrar y salir a través de los tornos de cualquiera de los gimnasios de la cadena.
Así, según mantiene el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, «con ánimo de obtener un beneficio patrimonial en perjuicio ajeno», el ahora fugado de la Justicia robó en las taquillas de los vestuarios de cinco gimnasios de Valencia en un plazo de menos de dos meses.
El primero de los robos se produjo el 21 de mayo de 2024. Siempre utilizando el mismo modus operandi, entrar en el gimnasio como un cliente más, utilizando la identidad de la persona a la que suplantaba, escaneando el QR en los tornos de entrada, y dirigiéndose directamente a los vestuarios masculinos, donde comenzaba a probar en los candados con un juego de llaves que portaba hasta que una de las taquillas se abría.
El botín no era mucho, cantidades pequeñas de dinero en metálico -100 euros en efectivo en una de las ocasiones-, pero principalmente tarjetas de crédito o débito, que usaba nada más salir del establecimiento deportivo en puestos de la ONCE cercanos.
Las compras y gastos que cargaba a las tarjetas tampoco eran elevados (habitualmente 60 euros en dos pagos de 30) para no requerir el uso del código pin. De hecho, solo en uno de los casos el datáfono del local le pidió esta medida de seguridad. También pagó la consumición de un bar y un servicio de taxi.
En total, en concepto de responsabilidad civil la cuantía que tiene que devolver a los perjudicados apenas llega a los 800 euros por los cargos fraudulentos y el dinero en metálico sustraído.
Tres condenas anteriores
En el caso del delito continuado de robo con fuerza en local abierto al público se le aprecia la concurrencia de haber sido ya condenado previamente por tres delitos de la misma naturaleza. Así, un Juzgado de lo Penal de Madrid lo condenó en 2022 a dos años de prisión por un delito de robo con fuerza en local abierto al público, la Audiencia Provincial de Madrid le impuso otros tres meses de cárcel por idéntico delito y un Juzgado de lo Penal de Santander también lo sentenció a un año y un mes de prisión. Penas que hasta ahora había logrado ir suspendiendo con la condición de no delinquir en tres años y que ahora deberá cumplir.