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El coche que atropelló al corredor, el 6 de diciembre, poco después del accidente.

Imputado por homicidio el conductor que atropelló y mató a un 'runner' en Valencia

El exceso de velocidad y la conducción bajo la influencia de cocaína y alcohol fueron las causas principales del accidente, según el atestado policial

Javier Martínez

Lunes, 23 de febrero 2015, 13:21

Una cadena de imprudencias causó el atropello mortal de un corredor en el barrio de Campanar en Valencia. La influencia de la cocaína y el alcohol en los reflejos del conductor, el exceso de velocidad del coche y una distracción de la víctima, que intentó cruzar la calzada por un lugar indebido mientras escuchaba música con unos auriculares, desencadenaron el trágico accidente. El juez que instruye el caso ha tomado ya declaración en calidad de imputado al autor del atropello, Alexandre P. E., de 25 años de edad, por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial.

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El magistrado acordó la libertad del acusado y no adoptó medidas cautelares. El interrogatorio tuvo lugar casi dos meses después del accidente de tráfico que truncó la vida del militar Carlos Damián G. C., de 33 años, cuando practicaba running en la calle La Safor en Valencia. Como ya informó LAS PROVINCIAS, la víctima fue atropellada a las 7.42 horas del pasado 6 de diciembre por un BMW 420, cuyo conductor dio positivo tanto en el control de alcoholemia como en el test de drogas.

Según el informe técnico realizado por un equipo de atestados de la Policía Local, el coche circulaba a una velocidad comprendida entre los 83 y 87 kilómetros por hora. Los especialistas llegaron a esta conclusión a partir de los datos obtenidos en cálculos matemáticos según los daños del turismo y la posición del cadáver, que fue hallado a 41 metros de distancia del punto del atropello. Tras el brutal impacto, la víctima sufrió varias colisiones sucesivas contra el vehículo, la mediana ajardinada, el bordillo y la calzada.

Para el instructor del atestado, la ingesta de alcohol y cocaína pudo causar en el conductor "un enlentecimiento de la percepción del peatón en su cruce por la calzada", ya que el joven imputado debería haber descubierto la presencia de la víctima "entre 45 y 50 metros antes de lo que realmente lo hizo". Por ello, el especialista de la Policía Local significa en su informe "la falta de atención permanente en la conducción" de Alexandre P. E., que dio positivo -0,28 miligramos de alcohol por litro de aire espirado- en el control de alcoholemia que le practicaron con un etilómetro digital. Las otras dos pruebas arrojaron un resultado de 0,31 miligramos de alcohol. Los agentes también detectaron restos de cocaína en su organismo tras realizarle un test de detección de drogas.

Una distracción del peatón

El atestado policial refleja que ninguno de los testigos observó en qué fase se encontraba el semáforo que regula el paso peatonal donde se produjo el atropello, aunque el conductor y el copiloto del BMW manifestaron que estaba en fase verde para los vehículos. Además, el instructor atribuye al peatón una supuesta distracción por utilizar auriculares conectados a un móvil e intentar cruzar la calzada por un lugar indebido. Sin embargo, la causa principal del atropello "fue la falta de atención permanente en la conducción" del joven que iba al volante del coche. "Si hubiera percibido al peatón cuando pudo hacerlo el accidente no se habría producido", concluye el informe técnico entregado en el juzgado.

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Según la declaración de los testigos y la investigación policial, el conductor del turismo circulaba por la calle La Safor a más de 80 kilómetros por hora -sin respetar el límite de 50-, mientras que la víctima corría por la acera junto al patio del colegio Sagrada Familia e intentó cruzar la calzada unos cinco metros antes de llegar al paso de cebra con la señal semafórica en fase roja para peatones. Al llegar a la altura del tercer carril -de derecha a izquierda según el sentido de la marcha-, el corredor fue atropellado por el turismo, cuyo conductor hizo una maniobra previa de giro a la izquierda.

El trayecto que recorrió luego el BMW sin acelerar explica también que el vehículo parase a unos 80 metros, una distancia que viene a coincidir aproximadamente con la deceleración del coche a la velocidad calculada por los especialistas de la Policía Local.

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