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LUIS CANDELA
Viernes, 14 de noviembre 2014, 00:20
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En el último instante del juicio, Dayana confesó haber parido. La acusada de tirar a su bebé a un hueco del patio donde vivía en Alicante espetó literalmente al tribunal que la juzga que «di a luz el baño de casa» sin que nadie acudiera en su ayuda pese «a suplicarles». La mujer estaba indignada por haber suplicado al 112 que le mandase una ambulancia la mañana del 21 de junio de 2013, justo antes de haber expulsado una gran cantidad de sangre y una masa de carne, como ella ha mantenido en sus declaraciones. «He oído que los bomberos acudieron al rescate de un animal -por los maullidos-», dijo entrecortada por el llanto, «pero nadie vino a por mí».
La petición del Ministerio Público quedó clara, pues se mantuvo en los 12 años y medio de cárcel solicitados por un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco. En su informe final, el representante del fiscal acusó a la mujer de arrojar al bebé al angosto hueco para que evitar que «fuese encontrado» y muriera «por agotamiento, hipotermia o inanición», como sostuvo.
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