Cuatro detenidos por traficar con medicamentos en Enguera y Teruel

La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas por traficar con medicamentos y falsificar recetas tras interceptar un vehículo en el que trasladaban los fármacos a una parafarmacia de Enguera. El juez ordenó el cierre de este establecimiento y el de una farmacia en la provincia de Teruel. Las cuatro personas arrestadas son los dueños y empleados de los dos comercios.

La operación Pharmakon se inició hace tres meses al sospechar la Guardia Civil de la actividad ilícita de la farmacéutica de Palomar de Arroyos (Teruel), Amparo A., tras unas denuncias presentadas en el Servicio Aragonés de Salud. `Varias personas no habían podido retirar en su farmacia habitual la medicación que les habían prescrito mediante la receta electrónica, puesto que ya aparecía como dispensada en la farmacia de Palomar de Arroyos, localidad donde los afectados pasaban períodos vacacionales.

El pasado día 13 de mayo, la Guardia Civil interceptó a una de las personas encargadas del transporte ilícito de medicamentos, que en el momento de su detención trasladaba gran cantidad de envases en el maletero del vehículo. Los medicamentos salían de la farmacia turolense con destino a una parafarmacia de Enguera.

Tras el arresto de este hombre, la Guardia Civil detuvo a la farmacéutica y registró su establecimiento y su domicilio, donde fueron intervenidos cerca de un millar de envases de medicamentos que se encontraban sin precinto, es decir que se habían facturado al Servicio Aragonés de Salud sin dispensarlos a los clientes.

Los agentes también registraron la parafarmacia que Amparo A. regentaba en Enguera junto con su socio: el hombre detenido en el momento del transporte de los fármacos. En este establecimiento, los guardias civiles hallaron medicamentos y productos farmacéuticos expuestos para su venta sin el precinto o con el cupón alterado. La parafarmacia de Enguera carecía de la autorización perceptiva para vender estos medicamentos. Por ello, los agentes arrestaron a las dos empleadas de la parafarmacia que vendían los fármacos.

Ante la gravedad de los hechos, el Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel ordenó el cierre temporal de la farmacia de Palomar de Arroyos y de la parafarmacia de Enguera. El procedimiento de defraudación consistía, supuestamente, en acceder de forma ilícita a la historia farmacoterapéutica de los pacientes y realizar dispensaciones que estos no habían solicitado y, por tanto, no entregaban los medicamentos a los clientes afectados.

En otras ocasiones, ante una petición de medicamentos, la farmacia simulaba la dispensación de un número mayor, según las investigaciones de la Guardia Civil. Los implicados facturaban al Servicio de Aragonés de Salud cantidades superiores de medicamentos que los que realmente solicitaban y entregaban a los usuarios.

El excedente de medicamentos conseguidos fraudulentamente se derivaba al tráfico ilícito en lugares no autorizados, como el caso de la parafarmacia de Enguera. Las personas detenidas realizaban tareas de transporte y despacho de los medicamentos sin contar con la necesaria habilitación, por lo que ponían en peligro la salud pública.