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El alcohol o las drogas están detrás de casi la mitad de las muertes al volante de 2013

Dos de cada tres conductores ebrios fallecidos en las carreteras triplicaba la tasa etílica máxima permitida por Tráfico

D. GUINDO

Miércoles, 14 de mayo 2014, 00:04

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El alcohol, las drogas y los psicofármacos han tenido mucho que ver en prácticamente la mitad de los accidentes mortales registrados en las carreteras a lo largo del pasado ejercicio, según pone de manifiesto la memoria de 2013 del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, hecha pública ayer. Concretamente, el 43 por ciento de los conductores fallecidos el pasado ejercicio dio positivo por consumo de estas sustancias, un porcentaje que, aunque demasiado elevado, pone fin a la tendencia al alza registrada durante los últimos cinco años. Además, el informe desvela también que prácticamente la mitad de los peatones atropellados (el 44 por ciento) también había abusado del alcohol o consumido drogas previamente al siniestro.

El estudio recoge los resultados de los análisis toxicológicos realizados a 784 de las 1.128 personas que perdieron la vida en las carreteras españolas el pasado año, ya que algunas autonomías realizan sus propios análisis toxicológicos. De ellas, 557 eran conductores, 161 peatones y 66 acompañantes. En relación a las 93 víctimas mortales contabilizadas en las carreteras de la Comunitat en 2013, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el estudio hace referencia a los 16 fallecidos al volante y a otros siete atropellos mortales en las vías valencianas.

De entre los conductores muertos que habían dado positivo, dos de cada tres sólo había consumido alcohol, pero prácticamente triplicaba la tasa máxima de alcoholemia permitida. El 35 por ciento, aproximadamente, había consumido algún tipo de droga y prácticamente la misma cantidad (el 33 por ciento) dio positivo en psicofármacos.

La cocaína, en más de la mitad de los casos, es la sustancia estupefaciente más consumida, seguida del cannabis (en el 43,5 por ciento de los casos) y de los opiáceos derivados de la morfina (el 16 por ciento).

Resultados similares ofrece el análisis de los peatones atropellados mientras se encontraban bajo los efectos de estas sustancias. De este grupo destaca que prácticamente cuatro de cada cinco víctimas presentaba una elevada tasa de alcohol en sangre, más 1,2 gramos por litro (sería el resultado de consumir unas tres copas de una bebida destilada de alta graduación o alrededor de un litro y medio de cerveza).

Sobre los perfiles mayoritarios entre los fallecidos que dieron positivo en consumo de estas sustancias, los siniestros se ceban con los conductores de turismos varones de entre 30 y 40 años que habían abusado del alcohol; mientras que la víctima tipo de un atropello mortal es la de un hombre mayor de 60 años que habría dado positivo por psicofármacos, según refleja la citada memoria.

La directora general de Tráfico, María Seguí, que participó en la presentación del estudio, fue tajante al señalar el consumo de estas sustancias como uno de los «caballos de batalla» en los que su departamento quiere seguir incidiendo y persiguiendo «administrativa y penalmente» a uno de los principales factores de riesgo de los accidentes en las carreteras. Hizo hincapié en el impacto que sobre personas inocentes tiene la actitud de esos conductores que se ponen al volante tras haber consumido esas sustancias, y puso como ejemplo «al rojo vivo» el caso del accidente del microbús en el que murieron cinco chicos de Cascuera, en la provincia de Badajoz. Este siniestro, presuntamente, fue provocado por el conductor de una retroexcavadora que dio positivo a cocaína y cannabis en la prueba de saliva que le practicó la Guardia Civil tras el accidente.

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