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Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes de nuestra vida, ya que conlleva un gran desembolso económico además de ser el espacio en el que pasaremos la mayor parte de nuestra vida. Es por ello por lo que hay que estudiar bien las diferentes alternativas y asegurarnos de que es realmente lo que se está buscando.
Si lo que se quiere es adquirir una casa de segunda mano para después reformarla al gusto, ya que no encuentra vivienda de obra nueva o es demasiado cara, hay que tener en cuenta algunos inconvenientes que nos pueden perjudicar. Así lo advierte el arquitecto Edu Saz en su cuenta de Youtube, donde ha compartido un vídeo que ha titulado '3 tipos de piso que nunca debes comprar'.
«Hoy voy a hablar de tres tipos de vivienda que no recomiendo, en absoluto, a nadie comprar de segunda mano si lo que se plantea es reformar la vivienda», comienza el experto en su vídeo para a continuación desvelar de cuáles se trata:
1.- Viviendas a las que se accede por una esquina
Este es el primer ejemplo sobre el que advierte Saz, «especialmente si son viviendas bastante alargadas». En este tipo de distribución, el experto encuentra «varios» problemas. «En esta vivienda en cuestión, tenemos una pared medianera con otra vivienda o con otro edificio y por tanto sólo tenemos ventanas a uno de los lados y esto ya es un poco problemático», indica. «Pero es que, además de que acceder por una esquina va a suponer que tengamos un gran pasillo para poder llegar al otro punto de la casa, sea cual sea, nosotros, para resolver este problema, lo que vamos a hacer es traer la zona de día (salón, comedor, cocina) al inicio de la vivienda y acortar de esa forma el pasillo sólo a la zona de noche«, explica. Sin embargo, esto tiene un problema: «Este tipo de viviendas se da en edificaciones muy antiguas donde la zona en la que están las ventanas es la zona de paso y la zona que da a la calle siempre está al final«.
Para el experto, «este es el peor de los escenarios porque ahí, sí que sí, vamos a tener que colocar las habitaciones al inicio (junto a la entrada) y por tanto vamos a necesitar un pasillo que nos conecte hasta el final de la vivienda (donde entra la luz natural) que es donde debería estar la zona de día». «Reformar esto supone modificar por completo la lógica de circulación y distribución», comenta.
2.- Viviendas pequeñas con muro de carga intermedio (central)
La vivienda del segundo ejemplo «es un piso bastante reducido, probablemente sea una vivienda tipo corrala a la que se accede por un pasillo de un patio interior». El arquitecto centra su atención en el «gran muro de carga en el centro» que, según explica, «nos va a hacer que nunca podamos compartir el espacio de habitaciones que están a uno y a otro lado de él». «En casos excepcionales, si la inversión lo justifica, puede plantearse abrir huecos con cargaderos y proyectos técnicos visados. Pero en viviendas pequeñas, esto suele ser inviable y encarece mucho la reforma sin garantizar buenos resultados», ha añadido.
3.- Las viviendas «tubo»
Viviendas «tubo», explica, son aquellas que «al acceder nos encontramos entre dos medianeras» entre dos edificios. Es por ello, dice, que en los laterales de la vivienda no hay ninguna ventana. «Además, es un espacio bastante estrecho donde nos vamos a ver obligados a colocar una cocina que dará a un patio interior y un baño ciego», explica. «Tenemos la entrada en un sitio y el salón al otro lado, y por el medio las habitaciones con un pasillo larguísimo», explica. «Esta distribución jugaría mucho en nuestra contra si lo que queremos es realizar una reforma mucho más actual, más diáfano, con espacios menos compartimentados y donde las funciones están están menos definidas en cada espacio», añade.
A la hora de hacer una reforma en este tipo de viviendas, según el experto, «sólo el hecho de tener que ir a la contra de la estructura principal de la vivienda va a hacer que la reforma se vea más encarecida».
Se trata de una vivienda alargada «pero, como véis, entramos a ella por la mitad del plano. Esto es muy bueno a nivel de distribución porque con un hall-distribuidor, si lo hacemos bien y no compartimentamos mucho la vivienda, ya vamos a poder distribuir la zona de día y la de noche«.
«Otra de las cosas que me gusta bastante de esta vivienda es que aunque hay ventanas en un sólo lado al hacer chaflán la vivienda realmente sí que estamos aprovechando las distintas orientaciones», indica.
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