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Intervención quirúrgica. R. Ruiz
La precariedad laboral en la que trabajan los médicos españoles les empuja a emigrar

La precariedad laboral en la que trabajan los médicos españoles les empuja a emigrar

Piden más plazas, más tiempo para el paciente y que las guardias computen como tiempo trabajado para la jubilación

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Domingo, 15 de marzo 2020, 08:44

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Los profesionales sanitarios son «nuestro escudo frente al virus, merecen la gratitud de todos», aseguraba el viernes el presidente del Gobierno, cuando anunciaba la adopción del estado de alarma en España frente a la enfermedad del COVID-19. Médicos, enfermeros, auxiliares, psicólogos, celadores... en definitiva todo el personal sanitario está en la primera línea de batalla contra esta pandemia. Trabajan sin descanso durante larguísimas jornadas para atender a los cientos de pacientes que, gracias a ellos, lograrán en su gran mayoría salir adelante.

Pero ¿cuáles son sus condiciones laborales en una situación normal? Centrémonos sólo en los médicos por un momento. En España tenemos 4 médicos por cada mil habitantes. Pero en los dos últimos años se han ido a ejercer fuera de nuestro país 4.600 titulados, una cifra superior a más de la mitad de los nuevos MIR (médico interno residente), según datos de la Organización Médica Colegial. Esta fuga de talentos nos pasa factura. La mayoría de los que se van son médicos menores de 35 años y es muy llamativo que no sean precisamente los que están en paro quienes deciden abandonar España (sólo el 4% de los que se fueron en 2019 se encontraban en desempleo), sino los que ya trabajan en hospitales o en atención primaria. ¿Dónde se van? El grueso, un 65%, a otros hospitales y a consultas de medicina primaria de otros países, fundamentalmente Francia y el Reino Unido. Otros se van a proyectos de cooperación humanitaria y otros a seguir estudiando.

¿Por qué se van? Sobre todo, por la precariedad laboral, ya que abundan los contratos de meses o días, algo que hace inviable planificar un futuro.

Además de los seis años de carrera, un médico debe aprobar el MIR y luego realizar cuatro o cinco años de residencia para poder tener la especialidad que le permita trabajar como tal. Eso significa que ellos, y también la propia sociedad, invierten al menos once años en formar plenamente a un doctor. Pero cuando acaba el MIR, y ya está en la treintena, lo más frecuente es que tenga contratos temporales o a tiempo parcial.

Cargas de trabajo excesivas, poco tiempo para el paciente, demasiadas horas dedicadas a burocracia, son las quejas que trasladan los sindicatos y asociaciones. Entre sus reclamaciones: más plazas en la sanidad pública que permitan ofrecer una atención sanitaria de mejor calidad.

Actualmente, los médicos tienen que hacer de cuatro a seis guardias mensuales para cubrir las necesidades del servicio, un sistema que permite a la administración ahorrar puestos de trabajo ya que con un facultativo se cubren tres turnos. Son 24 horas seguidas -o incluso más si es necesario- que no computan a la hora de calcular el periodo cotizado para poder acceder a la jubilación, algo que sí se hace por ejemplo con las guardias de los bomberos. En el caso de los médicos, la seguridad social lo considera una sola jornada laboral, no tres.

También la diferencia salarial es un motivo para emigrar. La OCDE sitúa las remuneraciones de los facultativos en España entre las más bajas de los países avanzados. De acuerdo con el último informe de salarios médicos de España de Medscape, sumando complementos, trienios y otros conceptos, en España la remuneración de un médico es de 53.000 euros en promedio, incluyendo públicos y privados. Eso es la mitad de lo que ganarían en Alemania o Reino Unido o la cuarta parte que en Estados Unidos, por citar algunos países. Pero, además, un 46% de médicos menores de 45 años no llega a 40.000 euros anuales y durante la residencia, son poco más que mileuristas, el salario base es de 1.100 euros mensuales, aunque hay diferencias según las comunidades.

Más temporalidad en la sanidad pública que en la privada

La temporalidad en el sector de la sanidad es el principal problema para los profesionales. De hecho, aunque en marzo de 2017 el Gobierno firmó un acuerdo con los sindicatos para reducir la temporalidad al 8%, el número de interinos ha crecido en los últimos años. Llega a ser habitual que los médicos, por ejemplo, puedan tardar hasta veinte años en conseguir su plaza fija en la sanidad pública.

Un informe del Banco de España mostraba en 2017 que la sanidad pública tenía una tasa de empleo temporal del 33%, diez puntos superior a la del conjunto de las administraciones públicas, que era del 23%. También superaba en ocho puntos porcentuales la temporalidad en la sanidad pública a la privada (25%). Y no ha ido a mejor. Según los datos de FeSP-UGT, de 2017 a 2019 el número de interinos en el sistema sanitario público creció en 42.005 temporales, casi un 20% más. Mientras en 2017 había 184.697 temporales, en 2019 se incrementó la cifra hasta los 226.702.

No es que los médicos vayan a estar en paro -aunque cada año mil residentes se quedan sin encontrar hueco laboral-, sino que los empleos que encuentran son muy inestables. Por ejemplo, en Madrid la temporalidad de los médicos era del 37,5%, según la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) y sube hasta el 43,7% en el ámbito hospitalario, con datos de 2018. Es decir, casi uno de cada dos médicos de los hospitales madrileños tiene un contrato temporal.

El gasto sanitario per cápita en España es un 15% inferior a la media europea. Una de las razones de que con menos gasto haya mejor servicio sanitario es el esfuerzo del personal. El 55% de los médicos trabaja más de 40 horas semanales, según el informe Medscape, y de ellos más de la mitad trabaja más de 50 horas a la semana.

Entre 2018 y 2026 se jubilarán unos 70.000 facultativos, de acuerdo con los datos de la Conferencia de Decanos de Medicina, casi la mitad de los que trabajan en la sanidad pública. Teniendo en cuenta que este año salen 7.512 plazas de MIR -un 17% más que el año pasado-, que se marchan unos 2.500 médicos al año, y que se tarda unos once años en formar a un médico, la situación parece bastante preocupante.

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