Neria Morales, psiquiatra: «El tratamiento TDAH puede cambiar la vida a un niño, pero también a sus padres»
EXTRA
Jueves, 19 de junio 2025, 17:20
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica del desarrollo que afecta a millones de niños en todo el mundo y que, en muchos casos, persiste en la edad adulta sin ser diagnosticada. Se caracteriza por síntomas de inatención, impulsividad e hiperactividad, que pueden interferir significativamente en el rendimiento escolar, la vida familiar y las relaciones sociales del niño.
Además, el TDAH tiene un fuerte componente genético, por lo que no es extraño que, al diagnosticarse en un niño, uno de sus progenitores descubra que ha vivido con el trastorno sin saberlo. Estos adultos suelen haber aprendido a convivir con sus síntomas o compensarlos, pero al verse reflejados en sus hijos, entienden muchas de sus propias dificultades pasadas. Comprender el TDAH es fundamental para romper estigmas, mejorar diagnósticos y ofrecer tratamientos eficaces que cambien vidas, tanto en la infancia como en la adultez.
Pero para entender mejor lo que supone el TDAH y sus consecuencias, tanto en progenitores como en niños, hablamos con Neria Morales, psiquiatra experta en TDAH con 18 años de experiencia en el sector.
-¿Cuánto tiempo llevas en el sector y cuál es su origen? Es decir, cuente brevemente sus valores e inicios en la psiquiatría para que los lectores le conozcan mejor.
-Empecé mi residencia en el año 2007, con lo que son ya 18 los años que llevo dedicados a la psiquiatría. Siempre quise ser médico y psiquiatra, desde muy pequeña. El psiquiatra era el único médico del que se hablaba en mi casa porque mi madre estuvo años en tratamiento por una depresión posparto. Después de 14 años, la depresión remitió y le dieron el alta. Fue en ese momento cuando reafirmé mi vocación por la psiquiatría. Quería descubrir cómo era posible curar una enfermedad tan dura y difícil como la depresión, cómo había sido posible que mi madre pudiera vivir sin pastillas después de tanto tiempo. Y verdaderamente se curó, porque nunca más las volvió a necesitar.

Estudié medicina en la Facultad de Medicina y Cirugía de Valencia y me especialicé en psiquiatría en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Cuando terminé la especialidad, volví a Valencia y empecé a trabajar tanto en la sanidad pública como en la privada. Hoy en día, me dedico únicamente a la privada y tengo mi propia consulta en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde estoy cumpliendo la misión de ayudar a personas que están sufriendo por depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental.
-¿Cuáles son los principales servicios y tratamientos que ofrece? ¿Cuáles son los más demandados en la actualidad?
-En mi consulta trato cualquier tipo de problema que esté relacionado con la psiquiatría, no tengo predilección ni animadversión por ningún tipo de trastorno, así que se puede decir que no le hago ascos a nada. En los últimos años, ha habido un incremento de consultas de pacientes que sospechan que pueden tener TDAH y buscan un diagnóstico como adultos. Suelen ser personas con problemas de ansiedad y anímicos cuyo TDAH no ha sido diagnosticado y que no acaban de mejorar con los tratamientos convencionales y/o la psicoterapia. Cuando son diagnosticados y conocen el trastorno, encuentran explicación a muchas de las preocupaciones, frustraciones y limitaciones.
-Hablemos del TDAH, ¿Qué es y cómo afecta a los niños?
-El TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo que presenta tres síntomas nucleares: la hiperactividad, el déficit de atención y la impulsividad. Tiene que ver con una falta de regulación de la dopamina, un neurotransmisor en nuestro cerebro. Para que mis pacientes lo entiendan mejor, suelo decirles que los neurotransmisores son como las hormonas del cerebro.
El TDAH afecta tanto a los niños como a sus familias en función de los síntomas que presente el niño y de la intensidad de los mismos. Generalmente llaman la atención los problemas de conducta y los problemas de rendimiento académico y, ante la presencia de alguno de estos dos problemas, siempre debemos valorar la posibilidad de que exista un TDAH.

-Tratar a los niños a tiempo es lo ideal, pero ¿qué sucede con los niños con TDAH sin tratar? ¿Y con los padres de esos niños que descubren que han tenido siempre un TDAH una vez se ha diagnosticado al hijo?
-Existen casos de niños con TDAH que pasan inadvertidos durante las primeras etapas escolares, especialmente cuando la hiperactividad o impulsividad no están presentes (o no dan lugar a conductas disruptivas) y el rendimiento académico del niño está dentro de la normalidad. Es frecuente que estos niños, conforme van avanzando en curso y aumenta la cantidad y la complejidad de la materia, tengan problemas de rendimiento académico en algún momento. Pero también existen casos que no son detectados en la escuela, niños que durante su paso por la escuela han tenido un rendimiento académico aceptable o que acabaron optando por la formación profesional. Algunos de estos niños son hoy los padres de los niños que ahora detectamos con más facilidad a edades tempranas. Cuando estos padres conocen el diagnóstico y se identifican con él, se cuestionan si deben hacer algo y acuden a consulta solicitando el estudio diagnóstico y consejo. Si el padre (o madre) tiene también TDAH pero el trastorno no interfiere negativamente en ningún aspecto de su vida, no se recomienda tratamiento.
-Normalmente, ¿qué perfil tienen los niños y adultos con TDAH que acuden a su consulta? Es decir, su estado económico, psicosocial, terapéutico, si acuden cuando la situación es grave o, por el contrario, siempre acuden en el momento idóneo.
-No hay un perfil concreto de paciente, los padres acuden generalmente buscando ayuda porque no saben qué le ocurre a su hijo, porque en el colegio han sospechado que puede existir el diagnóstico o porque ya tienen el diagnóstico y necesitan el tratamiento farmacológico.
-Generalmente los padres tienen miedo a dar medicación a sus hijos, ¿Qué nos puede contar acerca del tratamiento del TDAH? ¿Es seguro?
-Es seguro, sí. La mayoría de las personas se sorprende y se asusta cuando sabe que para tratar el TDAH utilizamos sustancias de la familia de las anfetaminas, no entienden el tratamiento y no se atreven a darle una oportunidad.
Sin embargo, debo decir que el tratamiento es seguro y, además, puede cambiar mucho la situación del paciente. En niños pequeños con problemas de aprendizaje, la diferencia entre tratar o no con medicación puede llegar a suponer la repetición del curso. La medicación permite al niño que su mente se centre en lo que se le está explicando y lo entienda, que las tareas empiecen a salirle bien y con menos esfuerzo. Cuando esto ocurre, el niño se motiva y empieza a recuperar el interés por aprender, hay menos frustración y, tanto su estado anímico como su conducta, mejoran.
Existen otros tratamientos distintos a los derivados anfetamínicos, los llamados no estimulantes, que se utilizan con menos frecuencia. Y, por supuesto, el complemento de la psicoterapia que ayuda al niño a mejorar su autoestima y aportar herramientas que le permitan manejar algunos de los síntomas del trastorno.
-¿Cuáles son los trastornos y afecciones más comunes aparte del TDAH en su consulta?
Los problemas de ansiedad, la depresión y el insomnio siguen siendo las patologías por las que más acuden los pacientes a consulta, sin perder de vista el TDAH por el que cada vez consultan más adultos.
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