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Mena (el nombre es ficticio), con dos de sus obras. R.C
EL PINTOR INVISIBLE

EL PINTOR INVISIBLE

Nació en Valencia en 1978, pero nadie le ha visto jamás. Un conocido artista decidió crear hace años un hijo imaginario que hiciese las obras que él no creó de joven

TEO PEÑARROJA

Valencia

Miércoles, 18 de julio 2018, 23:32

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La libreta manuscrita y encuadernada en plata y morado podría haber salido de uno de los cuentos de Borges. Se trata de la autobiografía de un pintor que no existe. Sus obras están a la venta en internet, se presentan en exposiciones y él pertenece a un grupo de artistas plásticos. Llamémosle Mena. No importa mucho que sea un nombre ficticio, porque su nombre real también es falso. En la primera página del cuaderno está escrito en letras grandes y negras, en carboncillo. Justo debajo, a modo de subtítulo, dice: 'La historia de Mena, el pintor invisible'.

Aquello empezó un viernes 13 de noviembre de 2015. Un conocido pintor y escultor valenciano, al que identificaremos con las iniciales RP, estaba haciendo cajas en su taller. Todavía faltaban dos años para que lo abandonara definitivamente, pero la crisis del sector del arte era ya muy evidente y RP decidió ir empaquetando cosas. Encontró algo: bocetos de cuando tenía dieciocho años. Los miró y decidió que no los destruiría, que valía la pena volver sobre esas líneas de trabajo.

Restos de sus ideas de juventud, de cuando le decían que era un pintor 'panfletero'; las antípodas de su obra actual. ¿Qué hacer? Entonces se le ocurrió la idea del heterónimo. Alguna vez había firmado con seudónimo, pero esta vez era distinto. No se trataba de que él trabajara con otro nombre, sino de que otra persona trabajara con sus manos.

Incluso en literatura es una figura poco habitual, el heterónimo. Consiste en la creación de un personaje nuevo y distinto del autor -con su propia historia, su estilo, sus manías- que firma algunas obras: un seudónimo con personalidad y biografía propias. RP consultó con un crítico de arte si era una locura, porque en pintura es muy extraña la figura del heterónimo. Le dijo que no, que todo lo contrario. Se dijo que por qué no, y entonces parió a Mena, su hijo imaginario. Como reconoce el mismo Mena, «fui gestado en la mente y en el corazón de un pintor».

El pintor recoge episodios de su biografía imaginaria en un cuaderno de 236 páginas.
El pintor recoge episodios de su biografía imaginaria en un cuaderno de 236 páginas. R.C

Ñoñerías, dibujos, episodios de su biografía imaginaria, poemas, digresiones. Eso recoge Mena en su cuaderno de 236 páginas escritas a mano. Es, más que una autobiografía, un diario de bitácora. Desde el 29 de diciembre de 2015 hasta el 15 de octubre de 2017 consignó en esta libreta lo que iba definiéndole como artista: desde anotaciones técnicas sobre cómo imprimar un fondo hasta anotaciones vitales, pensamientos y recuerdos.

«Anoche tuve un sueño», escribe con estilográfica negra. «La escena mostraba a tres personajes alrededor de una mesa. Uno era mi padre, el otro yo y el otro un tercero que era la mezcla simétrica de mi padre y yo mismo. La conversación se centró en mí, en todo lo que quería, debía y podía hacer. Quedamos de acuerdo en convivir de este modo: mi padre seguiría con su propio camino y yo me desviaría por otro con lenguaje propio». Así, RP firma su obra, la de siempre, mientras Mena experimenta con cosas nuevas y recupera temas y técnicas de la juventud de RP: mariposas, letras japonesas o escenas del Quijote.

Heterónimos

  • Una figura literaria. Antonio Machado tenía dos heterónimos. Pessoa llegó a crear hasta setenta que se enzarzaban entre ellos e incluso criticaban abiertamente la obra de su creador.

  • También en pintura. En pintura son 'rara avis'. El chileno Gonzalo Poblete cede a veces su taller a sus otras personalidades: Aliro Parga, Nahuel Manquelaf y Leónidas Carane. También Domingos Mazzilli ha creado a Susan O. Campos, una pintora que ejerce de cuando en cuando con las manos de Mazzilli.

Mena nació el 9 de marzo de 1978, aunque RP no lo supo hasta el 15 de noviembre de 2015. A sus cuarenta, no es un lobo solitario. Está integrado en un grupo de jóvenes artistas plásticos asentados en la Comunitat Valenciana. Ha expuesto sus obras junto al resto de miembros del grupo y se venden en su página web. Así describe en su cuaderno su aparición ante los demás miembros de este grupo de artistas: «Hoy viernes 4 de marzo de 2016 acabo de presentarme ante los alumnos de mi padre. La reacción de ellos ante la idea de que sea el nuevo hijo de RP y que vayamos a compartir cuerpo parece que les haya chocado y agradado». En cualquier caso, se integró bien. Los otros miembros del colectivo excusaron su ausencia durante la primera inauguración. La prensa recogió sin hacer más preguntas la irrupción en escena de este nuevo pintor.

Mena no será un secreto para siempre para los observadores. «En octubre se presenta una biografía mía», relata RP. «En un momento, y muy de pasada, el biógrafo cita a Mena como un heterónimo mío. Es una línea solamente. Luego vuelve a hablar de él como si fuera mi hijo». La semana pasada, Mena y su colectivo inauguraron otra exposición. En su vida, realidad y ficción no se distinguen. Qué importa, de todos modos.

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