El narco que copió en Granada la finca de Pablo Escobar

La finca, como la de Escobar, se llama 'Nápoles' y el 'pórtico' de entrada está coronado por una avioneta. Igual que la de Escobar.

La copia granadina de la mansión del difunto Pablo está en las afueras de la localidad de Santa Fe. Para llegar hasta ella hay que circular por una polvorienta senda de tierra. Justo a la entrada del camino, en una pared encalada, hay una pintada escrita en rojo que proclama: «Un canuto al sol son dos». Seguro que al capo colombiano de la cocaína le habría hecho gracia esa bienvenida.

Solo a unos metros del 'narcótico' grafiti está la espectacular entrada a la 'Hacienda Nápoles' del 'imitador' granadino, que fue detenido el pasado miércoles 15 de octubre por su presunta pertenencia a una organización criminal dedicada al comercio ilegal de la marihuana, una droga que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en una de las principales industrias de Granada. De hecho es la provincia donde más plantaciones se decomisan.

El sospechoso decidió reproducir en la Santa Fe española (también hay una ciudad con el mismo nombre en Colombia) la heredad del gran padrino de la 'coca' tras ver la serie 'Escobar, el patrón del mal', según ha podido saber este periódico. Producida por la colombiana Caracol Televisión, la serie tuvo una audiencia más que notable en el país sudamericano y estaba basada en el libro 'La parábola de Pablo', del periodista y ex-alcalde de Medellín Alonso Salazar.

Imposible imaginar que algún tiempo después y empujado por su pasión por la ficción, un granadino iba a construir una réplica de la famosa 'Hacienda Napolés' de Escobar en Santa Fe, el municipio que nació del campamento que levantaron los Reyes Católicos para sitiar y finalmente tomar la ciudad de la Alhambra. Tanta fe tenían en el empeño que bautizaron así el lugar.

La copia no es idéntica, pero los detalles están cuidados al máximo. La avioneta que corona la entrada tiene la misma matrícula que la que colocó Escobar en el pórtico de la suya: HK617. Esta pieza tiene su pequeña historia detrás, muy vinculada a 'El Patrón', que es como se conocía a Pablo Escobar en su país.

Cuando 'El Patrón' se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo gracias al tráfico de cocaína, levantó su hacienda en el corazón de Colombia, en Puerto Triunfo, a 4 horas de Medellín. Allí, a modo de homenaje, instaló en el arco de entrada la avioneta que utilizó para llevar su primer cargamento de droga a Estados Unidos. Tras este pórtico, los visitantes podían encontrar seis piscinas, 27 lagos artificiales, un aeropuerto...

Los vecinos de Santa Fe han encajado con una suerte de resignado regocijo la inesperada popularidad que ha proporcionado a la villa granadina la copia de la casa de Escobar. «Esa avioneta lleva ya ahí dos o tres años. Y la verdad es que la finca es un poco 'cantosilla'», dice entre risas un lugareño.

La propiedad, según las fuentes consultadas, estaba consagrada al divertimento de sus moradores, que celebraban bulliciosas barbacoas alrededor de una piscina en forma de ocho, inspirada también en la particular visión del lujo del capo colombiano. Bordeando la piscina, un chiringuito para tomar copas es ahora el testigo mudo de las batidas policiales.

El singular cortijo fue uno de los inmuebles registrados por la Guardia Civil en un dispositivo conjunto con la Policía de Polonia y que perseguía la desarticulación de una trama dedicada, presuntamente, al cultivo y exportación de cannabis. La intervención de las fuerzas de seguridad, además de en Santa Fe, se desarrolló en Láchar, Cijuela, Escóznar y Valderrubio, todos ellos pueblos del cinturón de Granada.

En la 'Hacienda Nápoles' de Santa Fe, la Benemérita se incautó de cuatro vehículos de alta gama, pero, al parecer, no se encontró droga, según fuentes consultadas por este periódico. Los catorce detenidos están siendo investigados por la supuesta comisión de un delito contra la salud pública (narcotráfico) y otro de pertenencia a organización criminal. El dueño de la 'Hacienda Nápoles' se dedicaba a la importación y venta de vehículos. La operación policial, que se inició en marzo, ha sido posible gracias a las escuchas telefónicas. Dos de los detenidos eran de nacionalidad polaca. El resto son españoles, incluido el propietario de la mansión.

La finca 'Nápoles' de Santa Fe, con su avioneta sobre el arco de entrada, no es la única de su especie. La hacienda original, la que se hizo construir Pablo Escobar, ha ejercido una gran atracción sobre narcos de todas las latitudes, que han cedido a la tentación de residir en réplicas de la vivienda de su héroe.

Uno de ellos fue Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, 'Cucho', un narco paraguayo que mandó edificar una 'Hacienda Nápoles' cuyo interior estaba presidido por un enorme cuadro que mostraba a Escobar como un icono pop. En Chile, otro capo de la droga adornó la entrada de su mansión con un arco y una avioneta, y el pasado mes de agosto la Policía detuvo en Buenos Aires al narco Silvio Gastón. En la mansión que poseía, llamada 'Nápoles', se encontró la colección completa de la serie sobre la vida del jefe del cartel de Medellín.

Todos han querido vivir como su ídolo, el hombre que en 1978 construyó en la localidad de Doradal un Edén a su imagen y semejanza. El paraíso donde Escobar pasaba los fines de semana tenía 1.920 hectáreas y se convirtió en el epicentro del narcotráfico en Colombia. 'El Patrón', que es como le apodaban, levantó una mansión colonial española e instaló un zoológico que albergaba a caballos, elefantes, rinocerontes, hipopótamos y jirafas. El poderoso narco llegó a jactarse de que a más de cien empleados les llevó varias semanas entrenar a una bandada de pájaros blancos para posarse en los árboles alrededor de su mansión.

Juan Pablo Escobar, hijo del capo, describió en un libro la desmesura en la que vivía su padre con su familia. «Tenía estación de gasolina propia; taller de mecánica y pintura para carros y motos; veintisiete lagos artificiales; cien mil árboles frutales; la pista de motocross más grande de América Latina; parque jurásico con dinosaurios a escala real; dos helipuertos y pista de aterrizaje de mil metros; mil setecientos trabajadores; tres mil hectáreas, tres zoológicos y diez casas distribuidas por todo el terreno».

Tras la muerte de Pablo Escobar, que cayó en 1993 abatido por la Policía, la finca pasó a manos del Gobierno colombiano y quedó en un estado de abandono. En 2007 se creó un museo llamado 'Triunfó el Estado' para honrar a las víctimas del narcotráfico. Ocho años después la mansión tuvo que derribarse porque sufría de graves problemas estructurales, aunque se mantuvo parte del museo. La finca, el edén del capo, es hoy un zoológico y un parque acuático.