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Sábado, 15 de diciembre 2018, 19:07
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Los maestros advierten que los grupos de Whatsapp de los padres de los colegios son más peligrosos que los problemas de los propios niños. En ocasiones, las conversaciones han terminado en el juzgado, constituyentes de un delito.
Parece que estar dentro de uno de estos chats puede ser todo un deporte de riesgo. Ahora un padre se ha atrevido a narrar en Twitter cómo consiguió que le expulsaran de uno de ellos y la forma irónica de contarlo lo ha convertido en viral.
«En realidad todo empezó en la reunión que se hizo en junio para darnos la bienvenida al colegio. Yo ahí ya me puse de mal rollo, porque detecté una cuchipandi de papis y mamis, unos quince, que ya se conocían de la guardería. Ya se estaban haciendo los dueños del cotarro», comienza el hilo...
En realidad todo empezó en la reunión que se hizo en junio para darnos la bienvenida al colegio. Yo ahí ya me puse de mal rollo, porque detecté una cuchipandi de papis y mamis, unos quince, que ya se conocían de la guardería. Ya se estaban haciendo los dueños del cotarro.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
A continuación, el delegado Alex nos pasó el papel para apuntar nuestros números. Claro, él iba a ser el administrador, por supuesto. Muy diligente, por cierto. Al cabo de una hora recibía el mensaje diabólico: "Has sido añadido al grupo 🐥🐥Los Pollitos de P3 🐣🐣". Terror.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
En un momento dado, cuando entré y me encontré 84 notificaciones, intervine. "Hola, ¿podríamos reservar este chat para asuntos del colegio, por favor?". Silencio. Al cabo de una hora, uno contesta: "Se puede silenciar...". Contesto: "Si se silencia ¿qué función hace entonces?".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Entonces envío un mensaje: "Cariño, ¿has colgado la ropa?". Mi mujer también está en el grupo, claro. Contesta ella: "Sí, pero el calzoncillo del niño lo he vuelto a meter, que no veas". Añado: "¿Voy haciendo la cena?". Mi mujer: "Vale, te voy pelando patatas". Añade uno: "Ey".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
No tardaron en saltar varias mamis y algún aliado. Que qué vergüenza, que por favor, que qué me había pensado. Yo de vez en cuando añadía "jajajaja" y ya está. Intervino el administrador. "Cualquier otro mensaje de mal gusto y tendré que tomar medidas". Me la dejó botando.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Aunque no se ha dado a conocer nunca como la mujer del que la lió en el wasap. El debate que se generó a continuación fue de partidarios y detractores de mi causa. Y yo leyéndolo desde el móvil de mi mujer, me meaba. Hubo uno que dijo que echarme era de fascistas 😂
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Pues esta es la historia, ya veis que no es nada del otro mundo, pero tenía que acabar con esa curiosidad que no os dejaba dormir 😂😂
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Ahora ya la semana que viene os prometo el de los festivales de Navidad, que ya he ido a dos y el de ayer fue especialmente dantesco.
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