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Mercadillo para reutilizar libros.
La reutilización de libros de texto se desploma y sólo uno de cada cuatro colegios la impulsa

La reutilización de libros de texto se desploma y sólo uno de cada cuatro colegios la impulsa

Centros, padres y profesores instan al Consell a regular el plan de ayudas y reciclaje para evitar gastos de hasta 700 euros por familia

Juan Antonio Marrahí

Domingo, 9 de agosto 2015, 22:34

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La mayoría de padres, profesores, colegios y gobernantes están de acuerdo en que la reutilización de los libros de texto es un beneficio que debería ser instaurado y regulado por la Generalitat. El alumno aprende a conservar sus cosas para luego traspasarlas y también el valor de reciclar, al tiempo que los padres ven reducido un costoso esfuerzo de hasta 700 euros por curso y familia. Sin embargo, la implantación en la Comunitat de los bancos de libros no sólo dista mucho de estar generalizada, sino que retrocede.

Así lo muestra un informe elaborado por la Asociación Valenciana de Consumidores (AVACU). Entre los padres encuestados, sólo un 28% afirma que en su centro escolar existen iniciativas para reutilizar los libros, un porcentaje muy inferior al 43% del año pasado. Representantes de Enseñanza de UGT y de los colegios concertados ratifican que, en efecto, sólo uno de cada cuatro centros valencianos cuenta con sistemas de reutilización de libros de texto o material escolar.

La Conselleria de Educación desconocía ayer cuál era la extensión de este sistema en los colegios, si bien confirmó que los bancos de libros «los gestionan cada centro». Su voluntad es implantarlo, como demandan colegios, padres y profesores, pero hasta la fecha no hay noticias. «Sobre reutilización de libros, bancos de libros y ayudas informaremos cuando tengamos información detallada al respecto», añadieron en referencia a las promesas electorales de impulsar este método de abastecimiento de material.

Biblioteca de aula, el plan de Compromís en campaña

  • «Impulsar la creación de bibliotecas de aula en las que se garanticen los préstamos de los libros escolares por un curso al alumnado» y «garantizar mecanismos de reutilización de los libros de texto». El punto 4 del programa electoral de Compromís en materia de educación sigue a la espera de desarrollo ahora que el partido lidera la Conselleria de Educación. También falta por implantar el «abono inmediato de las ayudas para la adquisición de libros de texto escolar» que promete el punto 5. Marzà tampoco debería olvidar «negociar con las editoriales precios sociales de los libros» para limitar su coste a 180 euros en Primaria y 220 euros en Secundaria.

Ya en la etapa del PP, el anterior Consell se comprometió a crear un sistema de préstamo de libros que dependería de los centros y que permitiría a las rentas bajas disponer de material escolar a devolver al final del curso. Fue un anuncio novedoso tras la eliminación del bonolibro y de las ayudas generales en función de la renta. Pero no se ha llegado a concretar normativamente más allá de su dotación presupuestaria de ocho millones.

La anterior conselleria impulsó, eso sí, un sistema de trueque de libros a través de una plataforma de internet denominada Llibrey. Desde Educación, criticaron ayer que «sólo ha logrado 146 intercambios en dos cursos», por lo que todo apunta a que será desmantelada.

Ante este panorama y a las puertas del nuevo curso, los padres se enfrentan un año más a un «gasto enorme sin prácticamente auxilio», como describen desde AVACU. Ni llegan ayudas, ni se desarrollan los bancos de libros. Un 75% de los padres consultados por la asociación asegura que no podrá reutilizar los libros de sus hijos. La entidad de consumidores lo vincula a «los cambios introducidos por la LOMCE».

«Basta ya de cambios»

Su presidente, Fernando Moner, estalla contra las constantes variaciones. «Basta ya de cambio continuo en los libros. En muchos casos son más estéticos que de contenidos, para hacer ganar dinero a unos pocos». Y lanza un mensaje a la nueva conselleria de Marzà: «Que de una vez por todas se obligue a los colegios a poner en marcha el intercambio de libros para que se puedan reutilizar durante varios años. Una vez hecho, habremos concretado las necesidades reales de ayudas para las familias más necesitadas».

Víctor Cardona es miembro de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), asociación muy representativa entre los concertados. «Ahora mismo sólo funcionan iniciativas heterogéneas como los mercadillos que organizan los colegios. Un padre lleva el libro de su hijo del curso pasado en buen estado y eso le da derecho a obtener gratis el del nuevo curso», expone. «Si la Administración regula e impulsa los bancos de libros es una buena iniciativa, pero cuando el Consell se decida a implantar este plan o las ayudas a material que han prometido, le pedimos que actúe con equidad y no discrimine a los concertados en su inclinación por la escuela pública», recuerda Cardona.

Ximo Puig abogó en campaña por proporcionar libros gratis para todos los alumnos, una aspiración que el sindicato docente STEPV apoya como «un derecho fundamental que va unido al de la educación». Pero cómo se materializará este sueño que aliviaría miles de bolsillos está por ver. Cardona considera la idea un tanto «demagoga». «Como soflama electoral está bien y, ojo, no nos oponemos, pero hoy por hoy parece inviable. Consideramos más realista subir el umbral de las becas públicas para adquisición de material en coexistencia con los bancos de libros», concluye.

La Confederación Valenciana de Padres de Alumnos (COPAVA), también insta al Consell a desarrollar los bancos de libros, al igual que la Gonzalo Anaya. «Está entre los aspectos más prioritarios que deberían atender, con el curso a la vuelta de la esquina», coinciden.

El sindicato UGT también reclama «la gratuidad absoluta de material escolar con una gran inyección económica para los colegios y el desarrollo de los bancos de libros». El portavoz docente Javier González estima que un libro «debería durar al menos tres años en Primaria» y cifra en cuatro su caducidad idónea en Secundaria y Bachillerato.

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