¿La cerveza engorda?

De la cerveza se dice que es buena para los pies, la piel, salud visual y que cura resfriados. Es muy difícil determinar qué es verdad y qué es mentira, pero hay algunas claves que nos pueden ayudar a determinar si algo puede ser más o menos insano.

Uno de los mitos urbanos es que el alcohol en sí engorda, y por ende, la cerveza. En realidad, el mero hecho de tomar alcohol no influye en nuestra masa corporal, pero sí que provoca que nuestro higado produzca una grasa, que al contacto con hidratos de carbono no se consiguen quemar y así se ponga un granito de arena en esa barriguita cervecera que todos conocemos.

De hecho, casi un tercio de las calorías de la birra de vienen de la malta, que es un hidrato de carbono que en sí, produce grasa corporal.

La cerveza no es solo la bebida, sino también lo que la acompaña. Si la tapa con la que acompañas la cerveza tiene un alto índice calórico o de hidratos de carbono, posiblemente sea eso lo que tienes que evitar si no quieres engordar.

Para los cerveceros menos puretas hay una buena noticia, hay una manera de evitar ese engorde: las cervezas sin alcohol o 0,0%. Al quitar el alcohol de la fórmula, las calorías se reducen hasta 2/3 de lo habitual. Así, el tercio normal que contiene 150 calorías, se convierte sin alcohol, en una bebida de 50 calorías.

Las claras no son solución, aunque reduzcas el peso del alcohol, porque mezclas la cerveza con bebidas carbohidratadas y muy azucaradas.