Una diseñadora de interiores explica por qué es un error fatal abrir el baño al dormitorio: «Y como bonito es una pasada...»
Miriam Gómez, arquitecta técnica, recuerda que en un hotel «nos encanta», pero en una vivienda particular tiene muchos inconvenientes
La decisión de tener un baño abierto o integrado en la habitación principal, conocido como baño en suite, es una elección de diseño que tiene tanto ventajas como desventajas, y depende en gran medida de las necesidades y preferencias de quienes habitan la vivienda. Miriam Gómez, arquitecta técnica y diseñadora de interiores, ha explicado las razones por las que, en su opinión, no es una buena elección abrir el baño al domitorio, y por qué al hacerlo te puedes arrepentir después. «No te recomiendo que hagas esto, a menos que tengas todo lo que te cuento muy claro... Que a veces nos dejamos llevar demasiado por lo bonito o las modas», recuerda.
La empresaria, alma mater del proyecto Miriam Mimesis, explica que «es una idea que a todos nos encanta cuando visitamos el típico hotel de turno, que es verdad que todo queda mucho más amplio y luminoso y que es una de las tendencias de 2025». Sin embargo, encuentra varios aspectos negativos que desaconsejan tomar esta decisión cuando el diseño es para una vivienda particular.
Los inconvenientes
Los principales problemas que encuentra son el ruido y la luz. «Al no haber tabiques ni puertas de separación, cualquier simple gesto, como abrir un cajón o un grifo, tendrá camino directo de ruido hacia la habitación. Al igual que el ruido, lo mismo nos pasa con la luz: cualquier encendido de cualquier luz del baño entra directa hacia el dormitorio», reflexiona.
Miriam recuerda que «por muy integrado y más amplio que se vea el espacio, si está desordenado, esto va a generar mucho ruido visual. O también incluso las manchas, la grifería, los espejos... y puede estropearnos todo el resultado».
Además también menciona cómo puede afectar a la climatización y la temperatura de la estancia. Así, incide en la dificultad de mantener una temperatura adecuada en un espacio abierto, especialmente para «los frioleros». Durante la ducha o el baño, se suele necesitar una «dosis de calor extra», y en un concepto abierto, «va a ser mucho más difícil de calefactar.»
La diseñadora, no obstante, sigue insistiendo que «como diseño me parecen una pasada, ves unos proyectos que son una maravilla, pero a mí siempre me gusta pensar en el punto de vista más funcional», finaliza.
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Ventajas de integrar el baño en el dormitorio
Otros arquitectos y diseñadores han debatido en foros del sector sobre este asunto y han coincidido en las desventajas que tiene, aunque también han apuntado aspectos a favor, como la amplitud y luminosidad, la comodidad, el aprovechamiento de espacios o una estética y diseño más modernas. Estas son algunas de las ventajas que han encontrado profesionales del sector y los motivos apuntados:
• Amplitud: Eliminar tabiques y puertas divisorias crea un espacio más diáfano y abierto, lo que potencia la sensación de amplitud y permite un mejor aprovechamiento de la luz natural.
• Comodidad y facilidad: Si las rutinas diarias de quienes usan la habitación están sincronizadas, tener el baño a mano dentro del dormitorio ofrece una gran comodidad.
• Aprovechamiento eficiente del espacio: La integración puede llevar a un uso más eficiente de los metros cuadrados, permitiendo quizás incluir una pequeña área de spa o más espacio de almacenamiento.
• Estética y diseño: Los baños integrados pueden lograr un diseño vanguardista e interesante, adaptable a diversos estilos de decoración. Un buen uso de materiales puede crear coherencia visual y mayor amplitud. Es una tendencia inspirada en hoteles que a muchos les encanta.
• Facilidad de limpieza: Al haber menos rincones definidos por paredes, puede facilitar la limpieza en algunos aspectos.
• Ahorro de tiempo: En hogares con varias personas, añadir un baño en el dormitorio principal puede aliviar la congestión de los baños comunes y ahorrar tiempo, especialmente en horas punta.
• Lujo y sofisticación: Un baño integrado ha sido tradicionalmente asociado con viviendas de alto nivel y alojamientos vacacionales, viéndose como un símbolo de buen diseño, lujo y sofisticación.
Así, para decidir hay que tener en cuenta algunos factores clave antes de decidir, como el especio disponible, los horarios, rutinas y preferencias personales, la ventilación, el estilo de vida o incluso la normativa local, ya que en ocasiones es necesario verificar si las regulaciones de habitabilidad locales permiten la solución deseada.
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