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El queso puede comerse si retiramos la parte con moho. FOTOLIA
Moho en la comida | Los alimentos que sí se pueden comer aunque tengan moho

Los alimentos que sí se pueden comer aunque tengan moho

Aunque es mejor tirar el producto, hay algunos casos en los que se puede consumir si se elimina la parte afectada

T.V

Jueves, 5 de agosto 2021, 20:12

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Tenemos la nevera llena de productos y es normal que de vez en cuando se nos pase la fecha de caducidad de algún alimento. En más de una ocasión te habrá pasado: contabas con esa pieza para alguna receta y cuando vas a preparar la comida descubres que has esperado demasiado y el ingrediente se ha puesto malo. La reacción habitual (y la correcta) es deshacernos de aquellos productos que están caducados o en mal estado, lo cual suele verse por la aparición de moho.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierten de que, aunque esto es lo más recomendable, no siempre es necesario tirar a la basura el alimento, ya que hay algunas ocasiones en las que se pueden seguir comiendo a pesar de la aparición del moho. Para ello, eso sí, aclaran que debe retirarse la parte deterioridada. «La mayor parte de los alimentos con moho se deben tirar a la basura. Memoriza los que sí se pueden comer y las medidas que debes tomar primero», explican desde la entidad a través de un tuit.

Los tres alimentos que sí se pueden comer si les sale moho son el jamón y los embutidos curados, a los que es normal que aparezca algo si tardan en consumirse. Bastará con raspar el moho y tomar el resto. Los quesos duros, con bajo nivel de humedad, como el manchego, el emmental o el gouda, se pueden comer si se retira la parte afectada con un cuchillo, con un margen de 2 centímetros por al lado y debajo. Lo mismo ocurre con las frutas y vegetales firmes, como la zanahoria o el pimiento, que también pueden consumirse si eliminamos la parte deteriorada con la misma distancia.

Los típicos mohos verdes, blancos o hasta negruzcos que aparecen en los alimentos son hongos que se nutren de los mismos y llegan hasta su interior a través del micelio, unas finas ramificaciones difíciles de percibir a simple vista. Los riesgos del moho son dos, según detalla la OCU:

- Puede producir micotoxinas, sustancias tóxicas capaces de inducir cáncer y alteraciones genéticas

- Junto a los hongos pueden crecer bacterias patógenas indetectables por el ojo humano.

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