Borrar

Hasta que el diablo os separe

Un tribunal milanés admite el divorcio de una pareja, muy religiosa y activa en la parroquia, porque ella sufría una «posesión demoníaca»

DARÍO MENOR

Lunes, 17 de abril 2017, 21:37

El diablo existe y puede cargarse un matrimonio. No necesita meter cizaña entre los miembros de la pareja ni hacer que aparezca una tercera persona que eche por tierra la relación. Le basta con colarse en el cuerpo del marido o de la mujer para que el otro acabe presentando en el juzgado la demanda de divorcio.

Aunque parezca difícil de creer, esta es la tesis que ha presentado un tribunal civil de Milán para explicar la separación legal de una pareja cuya identidad no se ha hecho pública. Sólo se sabe que los dos son muy religiosos y participan en la vida de su parroquia. Los jueces le han dado la razón al marido, reconociendo que resulta insostenible mantener una relación normal con su esposa debido a sus «inexplicables comportamientos obsesivos». Estos no tienen su raíz en ningún trastorno psicológico y sólo pueden explicarse por una «posesión demoníaca». Así lo certifican los médicos que examinaron a la señora y comprobaron que la ciencia no tenía respuesta para lo que le ocurría. El tribunal tuvo entonces que ampliar el abanico y tener en cuenta otros testimonios: los de algunos familiares, el párroco y un religioso que estaban al corriente de los exorcismos a los que se sometió la señora desde que el diablo empezó a apoderarse supuestamente de ella hace diez años.

La descripción de las posesiones que ofrecen las motivaciones de la sentencia no tiene desperdicio. El 'Corriere della Sera' publica el relato de una de ellas acaecida dentro de una iglesia: la mujer primero se pone rígida, comienza a tener convulsiones que precisan de «terceras personas» para contenerla y luego comienza a arrastrase por el suelo. A continuación viene lo mejor: pese a ser poco corpulenta, levanta con una sola mano uno de los bancos del templo, lo arroja contra el altar, se eleva en el aire y finalmente vuelve a caer a una «notable distancia» realizando una «proyección parabólica». Con este panorama no es de extrañar que los jueces hayan admitido la separación que buscaba el marido, aunque sin considerar culpable a la mujer, que «no actúa conscientemente» y es la primera víctima de estos «inexplicables fenómenos».

Con su gusto por los misterios y la influyente presencia de la Iglesia católica en tantos ámbitos de la sociedad, Italia es el país más propicio para que un juez acabe acordándose del ángel caído para justificar un divorcio. El interés por el diablo queda demostrado por el éxito de los libros del más famoso de los exorcistas, el padre Gabriel Amorth, fallecido en septiembre. Era un personaje tan peculiar como solicitado. Cuando uno le telefoneaba, escuchaba en el contestador el siguiente mensaje: «Si llama por un exorcismo, le pido que rece y se ponga en contacto con el responsable de su diócesis, pues yo ya no puedo atender más casos. Que Dios le bendiga».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Hasta que el diablo os separe

Hasta que el diablo os separe