Embolado diplomático
La mala puntería de los golfistas venezolanos irrita a la embajadora suiza en Caracas por la caída constante de pelotas en su jardín
j. luis álvarez
Miércoles, 24 de junio 2015, 21:27
El Caracas Country Club, que en castellano viene a significar club de campo, se encuentra en el ojo de un huracán caribeño que se está formando en torno a la residencia de la embajadora de Suiza en Venezuela, Sabine Ulmann. Las pelotas de golf que caen sobre el jardín de la mansión procedentes de la instalación deportiva son vistas como una agresión contra territorio helvético.
Así está recogido en un gran cartel colocado sobre la verja de la sede de la legación suiza que es colindante con el hoyo 3 del campo de golf. En el mismo se informa a los integrantes de este selecto club -que en su día fue objeto de las críticas del mismísimo Hugo Chaves- que según la Convención de Viena "esta residencia es territorio suizo". Por ello, establece que "lanzar pelotas" representa "un peligro para cualquier persona que está en territorio suizo y una violación" de la citada convención. Por ello advierte que "si una pelota hiere o mata a una persona en el suelo de Suiza, será responsabilidad del jugador".
El cartel ha provocado la consiguiente indignación de los miembros de la Federación Venezolana de Golf que, a través de su página en internet, expresaron su "estupor" e indicaron que pese a la "mala puntería" de los jugadores "no sentimos ningún temor de estar atacando territorio suizo si una pelota de golf va a parar a predios de su Embajada". "Intentar amedrentar a los golfistas con esa falacia merece calificativos que preferimos omitir por respeto y admiración al país que representa", apuntan.
La Federación recuerda que cuando la Embajada decidió levantar la residencia "lo hizo con el conocimiento de que colindaba inmediatamente con un campo de golf, lo cual comporta ciertos riesgos menores de accidentes deportivos que no fueron juzgados como un peligro para esas instalaciones (diplomáticas), de modo que voluntariamente asumieron esos riesgos".
El comunicado insiste que la residencia está lejos de los límites de la calle del hoyo 3 y que, en todo caso, los golfistas federados están cubiertos por un seguro de accidentes. De manera que si un golfista "pudiera ser considerado como causante de un daño ilegítimo dentro del recinto de la residencia suiza, la ley venezolana (y no la suiza) protege a la víctima de ese daño, quien tendría derecho a obtener reparación". Un accidente que la Federación cree fuera de las competencias del Convención de Viena, por lo que pide la retirada del cartel.
Los diplomáticos suizos se apoyan en su postura contra las pelotas en el artículo 30 de la Convención de Viena, en el que se dice que «la residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección que los locales de la misión». Una red podría poner fin al contencioso.