Una familia de Oliva con tres hijos menores continuará viviendo en la casa que ocupan tras paralizar el desahucio que se iba a realizar esta mañana. La entidad bancaria, propietaria de la vivienda, ordenó ayer por la tarde al juzgado que paralizara el desalojo de los vecinos. Podrán continuar en esta casa durante los próximos tres meses a la espera de que puedan arreglar su situación, y en caso contrario podrán mudarse a una de las dos viviendas que el Ayuntamiento ha puesto a su disposición.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) había convocado una concentración pacífica esta mañana a las puertas del domicilio ubicado en la calle Santa Bárbara, donde han acudido una multitud de vecinos para demostrarles su apoyo, que han estado en todo momento rodeados de un gran dispositivo de seguridad y de la presencia de los medios de comunicación.