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Ó. DE LA DUEÑA
PALMA DE GANDIA.
Martes, 20 de febrero 2018, 00:39
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El ejecutivo de Palma de Gandia mantendrá la urna que instaló hace casi un mes para conocer la opinión de sus vecinos ante un posible cambio de nombre de la localidad. Lo hará pese a la concentración de un centenar de personas ante el Ayuntamiento para reclamar que se paralice el proceso, el pasado sábado, y pese a que Compromís, uno de los partidos del gobierno, se ha descolgado de la iniciativa un año.
La alcaldesa, Trini Miñana, aseguró ayer que el proceso de votación se cierra el viernes y el sábado se abrirá la caja para ver cuánta gente ha participado y qué resultado arroja el proceso. Con esto, la edil del PSPV dejó clara su intención de que se cumpla el plazo de un mes que se fijó para saber qué opinaban los vecinos ante la posibilidad de cambir el topónimo, y con ello «respetar a quienes han votado».
El ejecutivo repartió hojas, en función del censo local, entre todos los mayores de 18 años para que durante cuatro semanas expresaran si preferían el nombre en valenciano 'Palma de Gandia' o, por contra, 'Palma de la Safor'. «El día 24 abriremos la urna y veremos qué hay», dijo la socialista.
La edil declino entrar en juicios de valor ante la actitud de Compromís en Palma, socio del PSPV desde junio de 2015. Los nacionalistas difundieron durante la noche del viernes un panfleto por el pueblo en el que mostraban sus divergencias con la consulta puesta en marcha desde el gobierno del que ellos mismos forman parte.
En el escrito exigen a la alcaldesa que paralice el «proceso, retire la urna y destruya todos los votos». Añaden que una consulta de este tipo debe ser fruto del consenso y que su resultado ha de ser vinculante. Ante estos argumentos, Miñana relató ayer el proceso: «Estos son los hechos, no una opinión. El proceso arrancó hace más de año y medio y Compromís lo sabe todo porque tenemos reuniones de trabajo constantes».
Los nacionalistas, apostilló la socialista, «saben que fui a Valencia para ver cómo se tenía que tratar este tema; que encargamos un informe a un historiador, que la urna se iba a colocar y que se iba a pedir a consultar a los vecinos para conocer su opinión sobre este tema».
Miñana fue rotunda: «Sabían a la perfección como se iban desarrollando todos los pasos». Pese a este cambio de posicionamiento de los nacionalistas prefirió no entrar en más detalles ni detallar si este gesto pone en riesgo al bipartito.
Lo que sí dijo tener claro la edil del PSPV es que el mes se cumplirá: «El sábado abrimos las urnas para ver que ha expresado el pueblo». La alcaldesa añadió que el gobierno al que ella representa «hará lo que tiene pensado». «Veremos qué resultados da la votación y cuántos vecinos han participado. Después ya veremos qué hacemos, pero siempre vamos a respetar la opinión de nuestros vecinos», apostilló.
Miñana comentó que la intención de la convocatoria no era otra que escuchar la voz de los residentes del Palma y poder actuar en función de esta consulta. Negó que desde el PSPV se haya querido imponer ningún topónimo. Este periódico intento ayer contactar en repetidas ocasiones con el edil Andrés Faus, de Compromís, pero no fue posible.
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