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Ó. DE LA DUEÑA
Sábado, 3 de marzo 2018, 00:31
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bellreguard. Vecinos de Bellreguard, entidades culturales y sociales, partidos políticos nacionalistas e independentistas salieron ayer a las calles para defender que las señales de tráfico estén exclusivamente en valenciano, rechazando así el requerimiento de Delegación de Gobierno al Ayuntamiento de que cumpla el Código de Circulación y se rotule en las dos lenguas oficiales de la Comunitat.
Esta iniciativa ha sido impulsada por dos organismos de corte catalanista: Plataforma del Dret a Decidir y Plataforma per la Llengua al País la Valencià, que se define como la «oenegé del català» y que vela por que el «catalán esté presente en todos los ámbitos de la sociedad», como explican en su web.
En la organización han participado también Acció Cultural del País Valencia, Bloc Nacionalista Valencià, ERPV, Escola Valenciana, Poble Lliure País Valencià y Compromís y PSPV de la Safor. El motivo de esta concentración que tuvo lugar ayer en la plaza del Ayuntamiento de Bellreguard fue mostrar el rechazo a la exigencia del Gobierno de que se cumpla el artículo 55 del Código de Circulación, como explicó el alcalde, Àlex Ruiz.
«Casi todas las señales están en valenciano, como en muchas otras las poblaciones de la Safor. Al parecer alguien denunció hace casi dos años que sólo estaban en valenciano y nos llegó en diciembre una petición para que el secretario del Ayuntamiento emitiera un certificado explicando en qué situación estaban estos carteles», dijo Ruiz.
El informe concluía que la mayoría estaban rotulados en valenciano y que otras, «muy viejas o en desuso», según Ruiz, seguían en castellano. Tras esto, el consistorio recibió un escrito de Delegación donde se le conminaba a que las señales estuvieran en las lenguas cooficiales.
«Cada cartel puede costar hasta 120 euros, esto supondría una inversión elevada para Bellreguard», añadió el edil de Compromís. Ruiz afirmó que han contestado al Gobierno explicando que en muchas otras poblaciones de la Safor e incluso dijo que en La Marina hay localidades donde rotulan en otros idiomas como inglés o alemán.
El artículo 56 sostiene que estos carteles tienen que estar en las lenguas oficiales o, como mínimo sólo en castellano. Pero en la protesta fueron más allá y en el manifiesto que se leyó acusaron al Gobierno de «practicar un falso bilingüismo». «El Estado español no respeta la diversidad lingüística, incumple sus propias normas obligando a Bellreguard a cambiar las señales, pudiendo así excluir al valenciano».
Los ataques hacia el Gobierno no cesaron ahí. El lector del documento relató que con estas acciones hay «una involución democrática» y se establecen «límites a la libertad de expresión y a las libertades individuales y colectivas». En el discurso se quiso dar apoyo al gobierno de Bellreguard y a su «reivindicación de vivir plenamente en valenciano y hacer frente a las amenazas del Gobierno español».
Hace unas semanas, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, se pronunció sobre esta polémica y remarcó que tanto Bellreguard como cualquier otra localidad está obligada a cumplir tanto la ley como el Código de Circulación.
Por otro lado, desde el Partido Popular de Bellreguard lamentaron que haya surgido este conflicto y acusaron al bipartito (PSPV y Compromís) de crear este enfrentamiento con fines electoralistas. Los populares pidieron una gestión «más seria» y que no se creen problemas donde no los hay. «Desde el PP de Bellreguard no permitiremos que nadie nos dé lecciones de cómo ser un buen valenciano», precisó Jaume Ascó, portavoz del PP en Bellreguard, quien lamentó que la localidad esté siendo noticia por la «ineficacia del equipo de gobierno actual».
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