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Aspecto actual del Francesc Carròs, donde se aprecia la falta de mantenimiento y las humedades. ó. de la dueña
La Font confía en que el Consell autorice hoy la reubicación de alumnos para iniciar el traslado

La Font confía en que el Consell autorice hoy la reubicación de alumnos para iniciar el traslado

Técnicos de Educación elaboran un informe de los locales que ofrece el Consistorio, pero será el director territorial quien decida si son válidos

Ó. DE LA DUEÑA

LA FONT.

Viernes, 20 de octubre 2017, 00:54

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La visita más esperaba en La Font llegó ayer. La Conselleria de Educación envió a la localidad a dos técnicos para evaluar los locales que ofrece el municipio para reubicar a los alumnos del Francesc Carròs, ante la negativa de las familias de que sus hijos entren a este viejo colegio en el que se han producido desprendimientos y hay clases apuntaladas.

Los dos funcionarios acudieron pasadas las 13 horas. Le esperaban el alcalde y miembros de la comunidad educativa. Visitaron la Escoleta, el Patronato y el Edificio Polivalente, donde hay espacios que servirían de aulas para los casi 300 estudiantes del colegio de La Font.

A priori, según el alcalde, Pablo Puig, los técnicos no pusieron negativa alguna a los locales: «Los han visto bien. Sólo han dicho que falta algún extintor o luz de emergencia, pero parece que las posibles aulas tienen un tamaño adecuado y los accesos en los tres inmuebles cumplirían la normativa».

Pero el edil del PSPV matizó que estos especialistas no deciden. Estos empleados públicos explicaron a Puig que ayer por la tarde elaborarían un informe que hoy tendría encima de la mesa el director territorial de Educación, que es quien tomará la decisión: «Espero que nos responda hoy mismo y comenzar con el traslado».

Trabajo de los técnicos

Para el alcalde sería vital que la confirmación de que los locales son válidos llegara hoy. Así los técnicos municipales se pondrían a trabajar desde esta misma tarde y durante todo el fin de semana para que las nuevas aulas estuvieran listas cuanto antes. Los técnicos midieron todas las estancias y, al parecer, cumplirían con la normativa.

En el mismo documento, los técnicos incluyeron la parcela anexa a la Escoleta, un solar en la calle Arrullador. Esta superficie fue propuesta por el ejecutivo local para que el Consell habilite un colegio con aulas prefabricadas. «Sobre esta opción esperamos que también se pronuncie hoy el director territorial, aunque todo indica que barracones no habrá antes del próximo curso», concluyó el alcalde.

Por otro lado, el curso escolar en La Font se prolongará en 2018 con el fin de que los pequeños recuperen las horas perdidas durante los días de protesta, como informaron ayer desde el gobierno local. Los docentes se han comprometido con el ejecutivo a impartir más días lectivos para recuperar el tiempo que los pequeños están perdiendo durante las concentraciones.

Los estudiantes sumaron ayer seis días consecutivos sin ir al Francesc Carròs, como queja por el mal estado del inmueble y por temor a que haya nuevos desprendimientos. La apertura de una grieta de una viga en una de las aulas hace varias semanas ha hecho que crezca el temor a que se produzca algún tipo de desplome.

Por el momento, desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de La Font se desconoce cuándo retomarán las clases los pequeños ya que las familias no están dispuestas a que sus hijos entren al viejo colegio. Al igual que el gobierno local, están a la espera de la respuesta de Educación.

Una de las propuestas que transmitieron desde el Consell hace unos días era que los niños de La Font regresaran al viejo colegio, eso sí multiplicando las medidas de seguridad. Desde la conselleria que dirige Vicent Marzà indicaron que era viable que los escolares volvieran al centro pero apuntalando más clases y pasillos.

Esta iniciativa fue rechazada por los padres y el alumnado. «No hay espacio. Con ese planteamiento, el colegio estará al 50% de su capacidad», dijo uno de los padres. «La escuela ya tenía problemas de espacio, no había sitio ni para comer y quieren que los alumnos entren con seis clases menos, como mínimo, y sin algunos pasillos. Esto es de chiste», aseveró una madre.

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