Espaldarazo de Europa a Gandia para que el Castell de Bairén recupere su esplendor

La lluvia de euros llega con el objetivo de poner en valor el patrimonio de dos edificaciones catalogadas como BIC (Bien de Interés Cultural) y que forman parte del legado histórico de la Ciudad Ducal. La rehabilitación de estos dos lugares servirá para devolver el esplendor a estas edificaciones y poder sumarlas a la agenda turística que ofrece Gandia a sus visitantes.

La parte más importante de estas ayudas públicas será para el Castell de Bairén que con 400.000 por parte de cada administración, el Consistorio pretende realizar un proyecto ambicioso donde la actuación más destacada es la ubicación de una pasarela de madera integrada en el paisaje que conecte la playa con la fortaleza.

La 'Habilitació del Parc Arqueològic del Castell de Bairén', que así se denomina el proyecto, será una obra compleja que atravesará la marjal y deberá sortear la N-332, seguramente con un paso elevado, y todo ello para dotar de una mayor accesibilidad a la fortaleza para atraer a los visitantes. Será una vía de casi tres kilómetros que además permitirá contemplar el paraje de la marjal y disfrutar del trayecto antes de ascender hasta lo alto de la cima.

Hace meses, el edil de Gestión de Territorio, Xavier Ródenas, que explicó el proyecto tras presentarlo para lograr las ayudas, detalló que el puente será de estructura metálica y con la pasarela de madera como las que ya existen en algunas autovías del norte de España.

La noticia de la obtención de las ayudas la hicieron pública ayer el coordinador de Urbanismo, Vicent Mascarell, y el edil Nahuel González que mostraron su satisfacción por haber logrado esta partida económica a la que el Ayuntamiento se acogió porque la ciudad «tiene un potencial para ponerlo en valor, pero no tenemos recursos». «Si no hubiéramos tenido esta ayuda de la Unión Europea nunca hubiéramos podido abordar este proyecto», apuntó Mascarell.

La fortaleza de arquitectura islámica y medieval data de los siglos X y XI y está ubicada a 106 metros de altitud. Desde lo alto se divisa toda la costa desde Cullera hasta el Montgó. Según explicó el coordinador de Urbanismo se trata de un «gran proyecto, muy ambicioso, que servirá para recuperar y poner en valor el yacimiento arqueológico, además de mejorar la comunicación de este espacio con la playa».

De ese modo, la recuperación del patrimonio servirá también para «ponerlo en la agenda turística», destacó el socialista, quien apuntó que Gandia es uno de las ciudades de la Comunitat Valenciana con mayor patrimonio.

Por su parte, González mostró su satisfacción por poder recuperar «dos espacios que han vivido una parte importante de la historia de Gandia». «Preservaremos nuestra patrimonio, lo usaremos como producto turístico ofreciendo una oferta mucho más variada y la futura conexión nos permitirá llegar caminando desde la playa al Castell de Bairén atravesando la marjal», indicó el edil de Més Gandia.

González destacó que «ahora tienen que plasmarse esas ideas que hemos presentado porque todo estaba condicionado a la ayuda. Para dar a conocer los espacios que tenemos debemos facilitar la conexión y los accesos».

Los representantes del ejecutivo agradecieron la labor de los técnicos municipales que han sido pieza fundamental para plasmar todas esas ideas en el anteproyecto que presentaron y que ha conseguido la total aceptación de quienes han valorado estos planes y ha sido el impulso definitivo para lograr la partida económica que ayude a la recuperación de estos espacios degradados.

Por su parte, el Morabito recibirá una cantidad menor. Serán 100.000 euros, la mitad subvencionados por la Unión Europa y la Generalitat para completar la rehabilitación que se inició hace 10 años. Además, esta construcción insólita de Marxuquera se complementará con la creación de un Centro de Interpretación de la Serra Falconera.

El Morabito es una edificación cilíndrica cubierta con una bóveda de mampostería de 7 metros de diámetro y una altura de 6 metros construida con cantos rodados gruesos. Junto a ella existía un edificio similar, pero que actualmente ya ha desaparecido. La datación del Morabito es incierta, aunque según consta en el catálogo de bienes de la Generalitat, por su tipo de construcción, podría ser del siglo XVII.

Mascarell apuntó que el Consistorio confía en licitar las obras a partir del 2019 para poder ejecutar los proyectos en 1 o 2 años. El coordinador de Urbanismo destacó el incremento de ayudas para patrimonio que se han conseguido en esta legislatura. El responsable del departamento señaló que las próximas cuentas municipales ya reflejarán una partida presupuestaria para este fin.

Además recordó que desde el Ayuntamiento «no podíamos dejar pasar esta oportunidad de presentar proyectos porque es una ayuda extraordinaria que cubrirá el 50% de los gastos y nosotros fuimos con dos ideas diferentes pero complementarias».