EU acepta que el PSPV alivie «su» rotonda

Dos alquileres a la vez. Puede pequemos de presuntuosos pero otra de las alegrías que nos hemos llevado es que, gracias a nuestras suspicacias quien está en mejores condiciones que nosotros ha podido saber que el COR ha estado pagando durante meses 1.797 euros mensuales por el entresuelo y el piso que venía ocupando en la calle Carlos Sarthou y 960 al mes por el bajo de Botigues, 21 donde ha terminado instalado sus reales. Lo cual debería traducirse en una rebaja en futuras tasas. Si no fuera porque se ha gastado 38.360 euros en acondicionarlo. Y, lo que resulta más inquietante: «Va a continuar con el proceso de expansión y profesionalización de sus actividades». Vamos, que les ha gustado esto de gastarse con un mano lo que nosotros les ponemos en la otra. Y, como el negocio es tan sencillo que no tienen más que subir las tarifas si les falta liquidez, van también «a ampliar su plantilla de personal para dar un salto en su gestión». Ojo, y porque ha trascendido que su intención es comprar el edificio completo, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV y la compra aún no ha pasado por la junta de gobierno, que si no el COR estaría estudiando qué tipo de plantas y árboles podría plantar en el jardín. Es obvio que para mejorarlo medioambientalmente.

60 vertederos ilegales en la provincia. Gracias va a tener que dar el COR V5 de que el Síndic de Greuges únicamente va a investigar de oficio la proliferación de vertederos ilegales de residuos de la construcción en Valencia y el área metropolitana. A poco que la institución que dirige José Cholbi abriera el diafragma y sus pesquisas llegaran a La Costera muchos de los que están indisponiendo a la cabeza a la gente con el proyecto de construcción de una planta de tratamiento y vertido de este tipo de residuos en el Tossal Negre (Barxeta) se tendrían que callar la boca. La Asociación de Empresarios de Selección y Reciclaje de Residuos de la Construcción y de la Industria ha advertido de la presencia de 60 acumulaciones de este jaez sólo en la provincia de Valencia.

Cerdà invitó a temerse lo peor. Al alcalde le salió por la culata un tiro de lo más innecesario. El día 7 escribió en su diario que había «estado visitando las obras de la piscina cubierta de Les Pereres». Y que, si no se produce ningún contratiempo, «en abril podremos disfrutar de la piscina cubierta». Municipal, le faltó añadir porque privada ya hay otra. El caso es que en el perfil de Cerdà se aprecia que reenvió este comentario a un repositorio destinado a hacer propaganda de este tipo de instalaciones. Y cuán no sería nuestra sorpresa cuando entramos a curiosear en dicho depósito y nos encontramos con que la primera anotación que nos muestra es una, datada el 17-01-2017, en la que la CUP denuncia que se está rescatando a la empresa concesionaria de la pileta de Tàrrega con dinero público, a pesar de que no paga el alquiler ni se ha convocado a la comisión de seguimiento del servicio en 12 años. Impresión que nosotros no nos habríamos llevado si la primera autoridad local supiera con quién se carteaba. ¿O sí lo sabía?

Experiencias gravosas a porrillo. El repositorio en cuestión contiene igualmente una nota de Algemesí al Día, de agosto de 2014, en la que se indica que «la gestión de la piscina cubierta costará 3,4 millones de euros al pueblo». Otra de EU algemesinense, de 1-08-2016, que hace público el inicio de las obras de remodelación de dicha instalación con el fin de arreglar los desperfectos y mejorar la eficiencia energética. Una noticia del mismo año aparecida en la que se da cuenta de que el coste de la reforma de la de l'Alcúdia lo asumirá la Diputación. Así como varias de TV Digital Ontinyent de 2012 relatando que «la empresa que gestiona la piscina cubierta deja un agujero de 270.00 euros», que el consistorio se compromete con los empleados a mantener el servicio y, finalmente, que se reabre tras reparar «los problemas estructurales» que presentaba al revertir al municipio. En resumidas cuentas, que lo mejor que podría haber hecho Cerdà era no invitar a nadie a mirar de qué habla la gente en #PiscinaCoberta. En el supuesto, claro está, de que no esté tratando de desmarcarse de la embarcada en la que le metió Pedro Aldavero.