Pérez Llorca o elecciones, las dos posibilidades sobre la mesa de la calle Génova
El número dos de Mazón consolida su posición para optar a la investidura aunque Vox guarda silencio sobre su candidatura
Las opciones son dos: Juanfran Pérez Llorca o elecciones anticipadas el 22 de marzo. El panorama político valenciano se ha estrechado en las últimas horas ... a esas dos posibilidades, con independencia de que la decisión final, en lugar de estar en manos del PP valenciano, la tiene el partido de Santiago Abascal. O apoya al secretario general del PPCV como nuevo president, o habrá elecciones autonómicas tras la resaca fallera.
Génova admite que la opción de María José Catalá ya no está sobre la mesa. La alcaldesa no quiere, por las razones de todos conocidas, meterse ahora en un cambio de papeles –de primera edil de Valencia al asalto a la presidencia de la Generalitat- con un desenlace incierto y en el que no controlaría ni tiempos ni relato. Vox además no se lo pondría fácil. Demasiadas incógnitas y mucho que perder. Una elección innecesaria.
De modo que la opción es Pérez Llorca. Sus posibilidades de pactar con Vox son notables. El dirigente valenciano parece haber acabado de convencer a la calle Génova después del enfado que la dirección nacional se cogió con él tras esa reunión en Alicante con los tres barones provinciales para cortarle el paso a Catalá. La cúpula del partido que dirige Núñez Feijóo parece haber entendido que al PP valenciano, por una vez, no se le puede ganar el pulso como ha ocurrido tradicionalmente.
Otra cosa son las condiciones. La dirección nacional del PP insiste en el concepto de «temporal» para definir la presidencia que ocuparía Pérez Llorca. Una designación como la que en su día hizo Eduardo Zaplana con José Luis Olivas, a la espera de que Francisco Camps fuera el aspirante definitivo en las autonómicas de 2003.
Pero hay un matiz no menor. Pérez Llorca no es Olivas, ni por trayectoria, ni por peso político, ni por mano izquierda. El «xiquet de poble» como gusta de definirse el alcalde de Finestrat ha sabido navegar por las siempre agitadas aguas del PP valenciano, hasta el punto de haber sabido ser mano derecha del que fuera vicepresidente del Consell y hombre fuerte del PPCV José Císcar, y número dos y portavoz parlamentario de Carlos Mazón –siendo el ahora president en funciones y el exvicepresidente con Alberto Fabra como agua y aceite-.
A la trinchera
Pérez Llorca exhibió poder el viernes con esa reunión. Desde entonces ha optado por la trinchera, a la espera de novedades –este martes no ha acudido a la junta de portavoces de Les Corts.. Ni la excesiva exposición es buena, ni dar por sentadas las cosas que se publican en los medios de comunicación. Su entorno asegura que la dirección nacional del partido no se ha puesto en contacto con él, aunque da por hecho una propuesta que tienes algunos grises. Génova quiere un mandato temporal y tener las manos libres para elegir candidato en 2027. Pérez Llorca, que puede ser de pueblo pero que de tonto no tiene ni un pelo, cree que las provisionalidades no son buenas. Si es elegido, que sea sin apellidos, no para unos meses.
Pero todo depende de Vox. Este martes ABC aseguraba que la calle Génova ya ha trasladado al partido con sede en la calle Bambú de Madrid la propuesta de Pérez Llorca. La formación que lidera Santiago Abascal no ha confirmado los contactos, probablemente a la espera de tomar una decisión en alguno de los 12 días que se han abierto con la renuncia de Mazón al cargo.
Sea Pérez Llorca o Catalá, Vox no va a regalar sus 13 votos para elegir nuevo president. La factura que se le pasó a Mazón en julio de 2023 será ahora más elevada, no necesariamente con una incorporación al Consell, pero sí probablemente condicionando las políticas a aplicar. Nada que sorprenda al PP valenciano, pero está por ver si es algo que pueda soportar el PP de Feijóo, siempre a mitad de camino entre la moderación que le gusta y las encuestas que dicen que su partido no progresa.
Por ese motivo, la opción del adelanto electoral no es descartable, ni mucho menos. Si Abascal eleva lo suficiente las condiciones para apoyar al candidato del PP valenciano, la cita con las urnas el 22 de marzo está cantada. Y el 'volem votar' que repiquea Diana Morant acabará siendo una realidad. Otra cosa es que la ministra y líder de los socialistas valencianos, que en tantas ocasiones ha repetido sus ganas de que los valencianos sean llamados a las urnas, lidere un partido en tan buen momento como para pensar que las opciones de vuelco electoral son reales.
Porque las encuestas conocidas hasta la fecha, la última la de de GAD3 para LAS PROVINCIAS y ABC, han venido coincidiendo que ni siquiera la crisis que ha venido soportando el PPCV a lo largo de los últimos doce meses ha servido para que la izquierda sume los 50 escaños que darían la mayoría absoluta. Ese último sondeo, de hecho, anticipa una caída en la intención de voto del PSPV respecto al resultado obtenido en 2023 por Ximo Puig.
Y ese escenario agita, de nuevo, el debate respecto al cartel electoral autonómico de los socialistas valencianos. No en público, porque eso no ocurre nunca en este partido. Pero sí en privado, donde algunos dirigentes vuelven a plantear la discusión de su la ministra de Ciencia es 100% la mejor candidata posible a la presidencia de la Generalitat. Ante un escenario de posible adelanto electoral, con una oportunidad política quizá única, el debate interno también se abre paso en el PSPV.
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