Si les parecía que había llegado el frío, abríguense porque esta madrugada las temperaturas han vuelto a bajar. En Molina de Aragón se han superado los once grados bajo cero, aunque sus habitantes están acostumbrados. En Ávila no hay quien saque las manos de los bolsillos y en Barcelona han salido a la calle forrados de capas. El embalse del Pontón en Segovia y el pantano de Quirós, en Asturias, se han convertido en una pista de hielo. Los Pirineos amanecen teñidos de blanco. Habrá que espera a mañana para que empiecen a recuparse las temperaturas.
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