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Miércoles, 12 de diciembre 2018, 01:11
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El abogado, exdiputado provincial y empresario agrícola Juan Carlos Pérez de los Cobos Almela ha fallecido en Valencia a los 90 años de edad.
Casado con Pilar Manglano Trenor, el matrimonio -que no tuvo descendencia- estaba emparentado por ambas partes con lo más granado de la sociedad valenciana, aunque siempre llevaron una vida social muy discreta.
Pérez de los Cobos se licenció en Derecho en la Universidad de Valencia y comenzó a trabajar como abogado en el despacho de Emilio Attard Alonso, pero no se sintió especialmente atraído por la profesión y decidió cambiar de rumbo, dedicándose a la actividad empresarial agrícola. Gran parte de su vida profesional estuvo ligada a las tierras que poseía en las localidades de Cárcer y de Jeresa, campos donde se cultivaban naranjas en una época que resultó dorada para los cítricos valenciano.
Su implicación con la producción agraria le llevo a convertirse en presidente de la Comunidad de Regantes del Valle de Cárcer y Sellent, cargo que desempeñó durante mucho años con provecho y por lo que se le nombró presidente honorario. Años más tarde también fue director de una empresa dedicada al cultivo de flores llamada Safor.
También tuvo una faceta dedicada a la vida pública, pues durante doce años fue diputado provincial en la etapa predemocrática, bajo las presidencias de la institución provincial de José Antonio Perelló Morales e Ignacio Carrau Leonarte. Precisamente, en la Diputación Provincial se ocupaba de todos los asuntos relacionados con la capacitación agraria.
En las primera elecciones democráticas se presentó como senador por Valencia en la terna de Alianza Popular, pero no llegó a ser elegido, por lo que abandonó definitivamente la actividad política.
Caballero de la Real Orden de Santa María del Puig disfrutaba de sus reuniones con los amigos con los que también compartía el tiempos, de cuando en cuando, en el Casino de Agricultura.
Hombre religioso, culto, aficionado a la lectura y muy deportista, estuvo jugando al tenis hasta los 86 años en el Club Español, al lado de su domicilio en Santa Bárbara (Rocafort). Gracias a mantenerse en forma y cuidarse adecuadamente consiguió superar durante 46 años una diabetes. Poseía una residencia en Xàbia, un lugar en el que se sentía especialmente feliz, cerca del mar que tanto le gustaba.
Sus restos mortales recibirán hoy cristiana sepultura en el panteón que tiene la familia en Tavernes de la Valldigna.
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