La empresa de bomberos suma su cuarto directivo a pesar de que sigue acudiendo a Tragsa para casi todo
El Consell aprueba la creación de una plaza de director de recursos humanos | Compromís sigue fuera del consejo de administración
El pleno del Consell ha autorizado este viernes la creación de una plaza extra de directivo para la empresa pública que gestiona las actuaciones de ... los bomberos forestales. En concreto, la reunión semanal del Gobierno valenciano, celebrada esta semana en La Vila Joiosa, dentro del seminario que celebra el Ejecutivo a lo largo de todo el fin de semana, ha dado luz verde a un tercer puesto directivo en la Sociedad de Gestión Integral de Servicios de Emergencia (SGISE). La nueva plaza será la cuarta (tres directivos y una gerente) para la mercantil que el Botánico creó para dar solución al problema labora con los bomberos. En concreto, la nueva incorporación se hará en calidad de director de recursos humanos, que junto a la de directora de comunicación y el directo ejecutivo, sitúa a la entidad como una de las que más puestos tendrá. Eso sí, todos a propuesta del PSPV, porque la empresa depende de la Conselleria de Justicia y no existe mestizaje a ese nivel. Y es que Compromís no está presente en el consejo de administración, algo que la coalición asegura haber reclamado.
Desde Justicia aseguran que el nuevo puesto será ocupado por un perfil profesional con experiencia en la gestión de recursos humanos, que ayudará a planificar y ejecutar la gestión de una plantilla conformada por una más de 800 empleados. Este perfil, dicen, responde a la necesidad de poner en marcha las oposiciones y los procesos de estabilización para la plantilla
La empresa pública de bomberos que el Consell creó en diciembre de 2018 se ha acabado convirtiendo en un quebradero de cabeza para el Ejecutivo a nivel de gestión. SGISE nació para tratar de poner fin a un conflicto laboral con los bomberos forestales que hasta ese momento formaban parte del personal de la empresa pública estatal Tragsa, dependiente del Ministerio de Agricultura. Pero, con la nueva entidad, la Generalitat se subrogó esos trabajadores. Hoy, cuatro años después sigue necesitando acudir a las encomiendas de gestión a la empresa pública Tragsa para poder llevar a cabo su trabajo en la extinción de los incendios y la gestión de todo tipo de emergencias. Algo sobre lo que la Intervención ya puso la lupa en su último informe sobre la auditoria de 2020.
El ente fiscalizador de la Generalitat avisaba entonces de que con cada prórroga de los encargos que en su día se hicieron a la empresa estatal, hace que la justificación por la reciente creación del ente valenciano pierda vigencia. Es decir, que se acaba convirtiendo en una excusa. Eso sí, los interventores advierten de que los encargos a Tragsa «coinciden en gran parte con el objeto social de SGISE» por lo que «una prolongación excesiva del mismo podría manifestar ineficiencias en el modelo de gestión establecido» para asegurar el funcionamiento eficiente y ágil del servicio de bomberos forestales de la Generalitat. De hecho, la valoración era entonces favorable, pero con salvedades y recomendaban a la entidad que para evitar incurrir en cesión ilegal de trabajadores, instaran a la Conselleria de Justicia a formalizar un encargo referido a las funciones de los bomberos integrados en la empresa del Consell. Pero para ello habría que cambiar su objeto social para ampliar o concretar sus funciones.
Y es que, básicamente, la actividad económica de la empresa pública de bomberos se limita a pagar las nóminas de la plantilla que acogió con su constitución y hasta para eso han hecho una encomienda a Tragsa. La prestación del servicio de extinción de incendios, si bien se realiza con esos mismos trabajadores, sigue recayendo en la empresa pública estatal a la que se le encargaba la labor, vía encomiendas de gestión. Así lo detallaba el informe de auditoría del año pasado en el que se señalaba que, apenas tres meses después de crearse SGISE, el consejo de administración de la entidad autorizó una nueva encomienda a Tragsa, con un presupuesto de casi 10 millones de euros, porque «se consideraba absolutamente necesaria la realización del embargo de colaboración logística, gestión complementaria y acompañamiento en la organización del servicio de bomberos forestales». Ese mismo día se suscribió el encargo a Tragsa por parte de SGISE y se comenzó a prestar el 1 de abril. Es decir, a pesar de haber constituido la empresa pública, Tragsa seguía siendo parte fundamental en la extinción de incendios, ya que la Generalitat sólo cuenta con los recursos personales: los bomberos forestales.
24,5 millones más caro en cuatro años
La mercantil ideada por el Botánico ha seguido prorrogando las encomiendas de gestión a Tragsa, a la que considera medio propio, para continuar colaborando en la logística y gestión complementaria en la organización del servicio de bomberos forestales. El consejo de administración siempre argumenta que no tiene posibilidad de prestar el servicio en condiciones óptimas«. Es decir, casi cuatro años después de su creación, SGISE sigue necesitando a Tragsa para funcionar correctamente, por lo que tiene que seguir contratando con la empresa pública del Gobierno a pesar de que el presupuesto de la mercantil valenciana ha pasado de 41,5 millones en 2020 a los 56,5 millones que tendrá este año. Es decir, a pesar de que el Consell constituyó su empresa pública de bomberos, Tragsa sigue siendo parte fundamental en la extinción de incendios, ya que la Generalitat sólo cuenta con los recursos personales: los bomberos forestales. Y es que antes de crear la mercantil de emergencias, la Generalitat acudía a la empresa estatal (medio propio) y hacía encomiendas por importe de 32 millones de euros en el último ejercicio. Tragsa disponía de los medios materiales, la infraestructura logística y el mantenimiento, además, de la plantilla que se acabó subrogando. Sin embargo, con la constitución de SGISE, ahora con un presupuesto de 56,5 millones de euros, la prestación del servicio ha acabado costando 24,5 millones de euros más cara a las arcas públicas.
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