El Consell también da a Tragsa el 112 de atención a los refugiados de Ucrania
Paga un millón de euros mediante una encomienda por el teléfono para las personas afectadas por la crisis humanitaria
El Consell ha vuelto a acudir a la empresa pública del Ministerio de Agricultura, Tragsa, para sacar adelante otro contrato público para el que ... ha evitado la licitación, a pesar de poder hacerlo por emergencia. Se trata del teléfono de asistencia a las personas afectadas por la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania. Una especie de 112, pero para refugiados ucranianos que necesiten instalarse en la Comunitat. Para este contrato de puesta en marcha de este servicio, el Consell empleará 919.261 euros, en concepto de la instalación de dicha línea y trabajos logísticos necesarios para la habitabilidad y acondicionamiento del centro de intermediación que se ha instalado en Alicante.
Tragsa vuelve, así, a convertirse en la empresa contratista de referencia de la Generalitat para los grandes acuerdos. En éste, suscrito por la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, se justifica que se busca cumplir un mandato de Les Corts de abrir una línea de atención exclusiva a las 30.000 personas ucranianas residentes en la Comunitat y aquellos refugiados que se puedan producir. Y, de nuevo, la Generalitat alude al objeto social de Tragsa, la prestación de servicios esenciales en materia de desarrollo rural, conservación del medio ambiente o control sanitario anima, para quedarse con el punto de atención a emergencias para poder incluir la encomienda. Mediante su contratación, y no la de una empresa privada, el Consell dice ahorrarse el IVA.
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Así, el Consell declaró la emergencia en la tramitación de este expediente y acordó que Tragsa prestara el servicio. La actuación es, además, susceptible de ser cofinanciada por la Unión Europea, a través de l programa operativo del fondo de desarrollo regional. El plazo de ejecución será de tres meses o hasta el final de la emergencia.
Por situarnos, Tragsa es una empresa pública dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), surgida en los años 70, por lo que en la actualidad es una de las firmas gubernamentales más antiguas del panorama administrativo. En sus inicios surgió con una clara vocación agrícola, pero con los años fue ampliando su objeto social hasta convertirse en una suerte de bazar para las administraciones. La valenciana entró en el accionariado de Tragsa para poder convertir a la entidad en medio propio, con la simbólica compra de una acción.
En los últimos tiempos, el Consell acude a la mercantil para casi todo. Y casi siempre para servicios alejados de su objeto social. Sin ir más lejos, fue la firma elegida para adecuar el edificio de Correos para poder habilitar el balcón fallero para las mascletaes de 2022, o se ha encargado de numerosos programas para poner en marcha oficinas de fondos europeos. La lista es interminable.
La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, explicó el día de su aprobación por el Consell que el teléfono «está a disposición de todas las personas afectadas, tanto de las refugiadas como de la población que quiera realizar contribuciones o facilitar instalaciones para la acogida de las personas refugiadas de Ucrania» Asimismo, señaló que, a través de este servicio, «se ofrece la atención telefónica en castellano, valenciano, ucraniano y ruso, con el fin de garantizar que las personas que llaman entiendan a la perfección las explicaciones y las informaciones» Oltra recordó que la crisis ocasionada por la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso el pasado 24 de febrero, «está ocasionando un problema humanitario sin precedentes a Europa desde la II Guerra Mundial, por los grandes desplazamientos de población que huye de la guerra y que, día tras día, nos deja ver las enormes barbaridades que se están produciendo». En este sentido, indicó que, según fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), había entonces más de 4,2 millones de personas que han huido de Ucrania y al menos 6,5 millones están desplazadas.
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