El Consell pone coto al descontrol en el uso de los coches oficiales

La segunda legislatura del Botánico arranca con un notable incremento de altos cargos y asesores, lo que ha traído consigo importantes problemas de espacio y de organización del parque móvil. Dos nuevas consellerias con su estructura completa y un total de 82 nóminas más entre consellers, subsecretarios, secretarios autonómicos, directores generales y asesores. Todos ellos con derecho a disponer o hacer uso de los coches oficiales con que cuenta la Generalitat. Así que además de aumentar la flota de vehículos, el Gobierno valenciano ha tenido que meterse de lleno en el control de su uso.

Así, desde la Conselleria de Hacienda, de quien depende el parque móvil de la Generalitat, han puesto ya en marcha una aplicación informática bajo el nombre de PARMO en la que las distintas unidades administrativas deberán registrar quién utiliza el coche oficial, en qué horario, a qué lugares se desplazará con él y para qué cometido. Los vehículos no serán geolocalizados por protección de datos, pero no podrán utilizarse para usos distintos a los estrictamente relacionados con el ejercicio del cargo.

La aplicación se puso en marcha en noviembre del año pasado sólo para dos consellerias, pero desde septiembre se ha implantado ya en las doce que existen en la actualidad para evitar el descontrol que hasta ahora imperaba en la Administración. Además, los consellers y conselleras del Ejecutivo ya no tienen asignado un conductor de confianza, sino que disponen de un equipo para cubrir los turnos y, en algunos casos, se nutren del cuerpo de empleados públicos que están disponibles en ese momento. Sólo es ajena a esta salvedad el presidente de la Generalitat y los expresidentes, que cuentan con conductores propios que se contratan como personal eventual y cesan con el cargo.

Desde la llegada del Botánico al Gobierno autonómico se han comprado 75 vehículos nuevos según datos de Hacienda, mientras que otros 55 se han achatarrado y 17 se han subastado o están en proceso. De esos coches, 62 son ya de tecnología híbrida por lo que el parque móvil tiene ya más de un 60% de vehículos ecoeficientes. De hecho, con la declaración de emergencia climática por parte del Consell, la flota pública no contribuía demasiado a paliar los efectos adversos de la contaminación. La antigüedad de los vehículos era de 12,4 años de media al inicio de la pasada legislatura y en agosto de este mismo año ha caído hasta los 4,6 años, con una media de 45.000 kilómetros por utilitario.

Con la puesta en marcha de la aplicación, Hacienda controlará lo que hasta ahora era una información poco rigurosa. De hecho, había departamentos que hacían un uso incorrecto de los utilitarios tanto en forma como en el tipo de vehículos que se empleaban, ya que según el rango del cargo se distingue el parque móvil a utilizar.

La utilización de los coches oficiales ya generó cierta polémica la pasada legislatura, bien por exceso o por uso indebido. Famoso fue el caso del conseller de Economía, que volvía a su casa –en el interior de la provincia de Alicante– después de cada jornada, haciendo uso del coche oficial, por lo que los horarios y el kilometraje de los conductores acumularon cifras excesivas.

La subsecretaría de cada departamento es la responsable de gestionar el uso y control de los coches, así como de los gastos generados por el vehículo. El decreto que lo regula data del año 2000, aunque en 2006 sufrió leves modificaciones. Ahora, Hacienda ultima ya los detalles de uno nuevo, junto con la Secretaría Autonómica de Emergencia Climática, que deberá regular el parque móvil público, su estricto uso y la administración de todos los efectivos.