La compra del edificio de Correos por el Botànic escondía un gasto extra de 20 millones
Tragsa presupuestó en esa cantidad la intervención en el emblemático edificio, incluidos 800.000 euros en decoración y una cafetería al aire libre
La compra del edificio de Correos en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, pactada en noviembre de 2021 por la Sociedad Estatal de Correos y ... Telégrafos y la Generalitat por un montante de 23,9 millones de euros, encerraba una sorpresa. La adquisición del emblemático inmueble, para el que se solicitó un informe que investiga la Agencia Tributaria, derivó en la adjudicación a Tragsa de la elaboración del plan de usos. Y este otro documento prevé una serie de gastos de adecuación de las instalaciones que se sitúan en 20 millones de euros. Un coste adicional a esos 23,9 millones de la compra, del que el Consell de Ximo Puig nunca dio cuenta.
El plan de usos de Tragsa, adjudicado por un millón de euros por el Consell, incluía la previsión de obras por 17,1 millones de euros y 2,2 millones en honorarios técnicos y de dirección, lo que elevaba el coste total previsto de la actuación a casi 20 millones de euros adicionales sobre el precio de compra, con «actuaciones necesarias para la adecuación del edificio» en la planta sótano, planta baja, primera, segunda y tercera, y en la terraza (con cafetería al aire libre). En total, 9.927.000 euros de presupuesto.
A esa cifra hay que añadir 1.595.000 euros en mobiliario y 795.000 euros en decoración, que elevan el presupuesto de ejecución material total a 12.319.000 euros. ¿Y ya? Pues no. Al coste de los materiales había que sumar los gastos generales (13% de la cifra anterior) y el beneficio industrial (otro 6%) que elevarían el presupuesto de contratación hasta los 14.205.000 euros. No deja de ser llamativo que esos gastos generales y el beneficio industrial se calculen incluyendo también los gastos en mobiliario y decoración. En total, con el 21% de IVA, 17.188.000 euros.
El presupuesto incluye 1,5 millones en mobiliario y 795.000 en decoración del inmueble
Y a continuación, los honorarios profesionales, incluido arquitecto, arquitecto técnico e ingeniería, hasta sumar 1,8 millones de euros, que contabilizado el IVA sumarían 2,2 millones de euros más. En total, 19,4 millones de euros por la intervención. Esos casi 20 millones de euros del coste de la adecuación del edificio deberían de sumarse a los 23,9 millones por los que se pactó la venta del edificio a la administración autonómica. El informe de Tragsa, adjudicado por un millón, no ha tenido uso porque no ha habido intervención en el edificio de Correos.
La compra de la sede de Correos, enmarcada en el proceso de enajenación de inmuebles de la Sociedad Estatal como consecuencia de su delicada situación financiera, dejó en la capital valenciana toda una serie de dudas, vinculadas a la falta de un destino definido para la instalación. El primer informe encargado por el Botànic –adjudicado por 14.000 euros a la firma Interpreta Cultural Projects SL- se resolvió con inusual celeridad en forma de documento de 36 páginas que abordaba un «proyecto básico de ideas para la conceptualización de una equipación cultural, social y económico (sic) en el antiguo edificio de Correos de Valencia». Las características de la adjudicación y que el documento debía servir para justificar una compra que, en realidad, Correos y la Generalitat habían cerrado previamente son las que han provocado, probablemente, que la Oficina Nacional de Investigación del Fraude siga la pista de ese contrato.
El contrato del plan de usos de Tragsa también fue objeto de múltiples advertencias por parte de la Abogacía de la Generalitat, que cuestionó su duración, la necesidad del proyecto, la falta de motivación del gasto y la idoneidad del procedimiento. Entre otras, que la Generalitat justificara la adjudicación de urgencia de la elaboración del plan de usos en la necesidad de «evitar el deterioro del edificio» después de que el informe de valoración por el que la Generalitat dio visto bueno a los 23,9 millones de euros de la compra sostuviera que el inmueble «fue objeto de reforma en 2004. Se encuentra en buen estado de conservación».
La Generalitat destacó primero el buen estado de conservación y dos meses después la necesidad de «evitar el deterioro»
Las adjudicaciones a Interpreta Cultural Projects SL, primero, y a Tragsa, después, se produjeron en ambos casos a dedo. La Agencia Tributaria sigue la pista del primero de ellos, hasta el punto de haberse dirigido a la administración autonómica al objeto de que ésta aporte los contratos suscritos con la empresa catalana. También las facturas o documentos justificativos de las operaciones realizadas con la misma, la identificación y justificación documental de los medios de pago, y la «descripción detallada de las operaciones realizadas» con Interpreta Cultural Projects SL, con aportación de presupuestos, correos electrónicos o cualquier otro soporte documental «acreditativo de la realidad de las operaciones, indicando los medios empleados por la mercantil para su realización».
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